Por Ramón Fuentes //

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El pasado martes ya contábamos en IUSPORT que fue precisamente el gobierno, ahora que tanto se habla y se han adoptado medidas desde la administración para evitar los incidentes del pasado domingo en Madrid, quien recortó la dotación procedente de las Quinielas para la seguridad de los estadios y alrededores. Fue concretamente en mayo del 2010 y bajo la Secretaria de Estado para el deporte de Jaime Lissavetzky. Ante una amenaza del sindicato de futbolistas de parar la competición por las deudas contraídas con los jugadores, el gobierno decidió modificar el reparto de los ingresos procedentes de las Apuestas del Estado siendo la seguridad en los estadios la parte más afectada por dicha modificación.

 

Como ya detallamos en la información del pasado martes, una parte del 30% del dinero total que la LFP percibe de las Quinielas y que se empleaba para la mejora de las instalaciones deportivas y prevención de la violencia en los espectáculos deportivos, se desvió para crear un fondo salarial del futbol profesional que respondiera a las deudas de los clubes con sus futbolistas. La redacción del Real Decreto del 21 de mayo de 2010 que adjuntábamos en la información no podía ser más claro. De ese segundo tramo, el 30% mencionado, y destinado inicialmente a la mejora en los estadios, desde el 2010 una parte se destinaba «al convenio colectivo del futbol profesional» y la otra parte a la «construcción, ampliación, remodelación, mejora de los estadios..a fin de cumplir las previsiones establecidas en cada momento en materia de seguridad y prevención de la violencia en los espectáculos deportivos».

 

Nuevo tijeretazo en el Real Decreto 403/2013, de 7 de junio

 

Pero esta no es la única ocasión que la seguridad en los estadios ha sufrido un tijeretazo. En junio del 2013 el gobierno actual también volvió a recortar la dotación destinada al mantenimiento y mejora de los estadios de fútbol. Fue en el Real Decreto de 7 de junio del 2013 y que modifica también parcialmente el originario de 27 de marzo de 1991. Dicha modificación incluye una disposición adicional única y aplicable el pasado año 2013 y este año 2014 que está a punto de acabar. En ambos ejercicios, el gobierno recorta hasta en 4 millones cada año el 10% del dinero que el fútbol percibe de las Quinielas. Dicho de otro modo, el Estado se ha quedado estos dos últimos ejercicios con 8 millones de la cantidad total que la LFP debería haber percibido de las Apuestas del Estado. Cantidad que cada año es menor debido a la reducción paulatina de los ingresos de las Quinielas.

 

Pero a cambio, tal y como queda recogido en un añadido del apartado a de dicha disposición adicional única, «durante ese período la LFP no estará obligada a destinar las cantidades netas que reciba…a finalidades establecidas en el Real Decreto de 20 de febrero de 1998 de construcción, ampliación, remodelación, adaptación, mejora, conservación de los estadios….dichos gastos serán asumidos por cada club o Sociedad Anónima Deportiva». Dicho de otro modo, ni el año pasado ni el actual, los clubes ha estado obligados a mejorar sus estadios en materia de seguridad salvo que sea estrictamente necesario.

 

Y la pregunta que surge es: ¿A dónde se han destinado estas cantidades en lugar de las mejoras para los estadios. Tal y como recoge el punto 2 de dicha disposición adicional, los 8 millones que el fútbol ha dejado de percibir se han utilizado para el «fomento de actividades propias de las Federaciones Deportivas españolas; gatos de desplazamiento a la península de equipos y deportistas insulares y de las ciudad autónomas de Ceuta y Melilla y al sostenimiento de los centros de tecnificación, de alto rendimiento y especiales dependientes del Estado o de las Comunidades Autónomas».

 

Estamos pues ante una situación donde en apenas cuatro años, primero en el 2010 y ahora en estos dos últimos años, se han recortado de forma llamativa las partidas destinadas a la mejora y mantenimiento de los estadios de fútbol. Mejoras encaminadas precisamente a prevenir cualquier acto violento. Quizá ahora cabe preguntarse porque no se localizó al energúmeno que lanzo el gas lacrimógeno en el Madrigal la pasada temporada. Quizá estos recortes tengan la culpa.

 

BOE: REAL DECRETO 403/2013

Por IUSPORT

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