Por Ramón Fuentes //
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Aunque quizá llegue un poco tarde, más considerando el grado de tensión generado en su momento ante la posibilidad de haber existido un paró en el fútbol español en un momento clave de la temporada; lo cierto es que todas las partes inmersas en ese conflicto: Liga, Federación Española de Fútbol, Sindicato y Consejo Superior de Deportes; están hablando entre ellas.
Y el mejor síntoma lo tenemos en el aplazamiento de la vista prevista hoy en la Audiencia Nacional. Este 17 de junio era la fecha fijada en su día para tener sentencia definitiva acerca de la huelga del fútbol. No olvidemos que lo que hizo el pasado 14 de mayo fue aceptar la petición de suspensión cautelar tras la demanda presentada por la propia LFP a la AFE por considerar ilegal dicha propuesta de huelga, como un medio de presión abusivo y lejos del alcance del empresario, provocándole la indefensión a la propia LFP y los clubes afectados. El citado 14 de mayo la Audiencia sólo acordó el conceder la suspensión cautelar obligando a la patronal a presentar una caución de 5 millones de euros condicionados a la decisión final de este miércoles de mediados de junio.
Pues bien el aplazamiento de la vista al próximo 21 de julio responde una y exclusivamente a que patronal y sindicatos están negociando. Dada esta situación prefieren esperar a ver como transcurren las semanas. Conviene recordar que la AFE fijó varios puntos clave como motivos para la convocatoria de huelga como consecuencia del Real Decreto. La primera pasaba por exigir unas garantías salariales para que los jugadores no sean retribuidos con retraso. La segunda era solicitar más porcentaje de ese Real Decreto que se destinaría a un Fondo Mutual para jugadores de Primera, Segunda y Segunda B. La tercera se basaba en solicitar un aumento del 0,5% de los ingresos totales existente en dicho Real Decreto y que se destina al fútbol no profesional. La cuarta atendía a un reparto distinto al 90 para los clubes de Primera y el 10% para la Segunda división. Y la quinta y última, la modificación realizada en dicho decreto respecto al régimen sancionador de la LFP respecto a los clubes. Todas estas reivindicaciones se ofreció la LFP, en una nota emitida el pasado, a intentar solucionarlas mediante el convenio colectivo LFP-AFE existente en la actualidad, vía convenio coordinación con la FEF o permitiendo la presencia de miembros del sindicato en la comisión de control económico de los clubes.
Y precisamente son todos esto puntos, especialmente el tema de garantías salariales, sobre los que están actualmente debatiendo ambas partes y que explican esta solicitud de retraso a la Audiencia Nacional. Incluso, en el caso de llegar a un acuerdo, la LFP podría retirar antes de este 21 de julio la demanda presentada en su día, no teniendo porque haber una resolución definitiva. Resolución que podría provocar un precedente muy peligroso si acaba considerando abusiva e ilegal la convocatoria de huelga presentada en su día por el sindicato de jugadores.
La AFE también está hablando con el Consejo Superior de Deportes y la Administración.
Pero paralelamente, y tal y como os contamos en IUSPORT el pasado 25 de mayo, también la AFE está manteniendo contactos con el Consejo Superior de Deportes desde hace más de un mes. Porque, como ya dijimos en su día y acabamos de exponer líneas antes, el sindicato quiere que todas las reivindicaciones relativas al reparto derivado del nuevo Real Decreto queden plasmadas primordialmente mediante este nuevo texto sobre la venta centralizada de los derechos audiovisuales. Precisamente uno de los puntos considerados como claves para el sindicato y que debe modificarse de dicho Real Decreto es la disposición final segunda relativo al cambio en el régimen sancionador del control económico que la LFP impone a sus clubes. Si bien la LFP dejó claro en su comunicado del pasado 12 de mayo que “su intención es que todas las normas de control económico tengan refrendo estatutario y estén sometidos al control de la junta directiva del CSD”; desde el sindicato de jugadores consideran que este cambio podría vulnerar el derecho a la competencia.
Además de estos dos frentes abiertos con la LFP y el CSD, el sindicato de futbolistas mantiene también una tercera vía de negociación con la Administración y la Agencia Tributaria para tratar de llegar a un acuerdo sobre el famoso 15% de los derechos de imagen de los futbolistas profesionales.
La RFEF y el Consejo Superior de Deportes también se han sentado a hablar
Si importante es el hecho de que patronal y Consejo se hayan sentado a hablar con el sindicato, mucho más incluso es otra mesa de negociación paralela que ha empezado a producirse entre el Consejo Superior de Deportes y la Federación Española de Fútbol. Si bien se trata de un primer acercamiento informal y donde no estuvieron ni Ángel María Villar, presidente de la RFEF; ni tampoco Miguel Cardenal, Secretario de Estado para el Deporte; no deja de suponer un hecho importantísimo que ambas partes hayan aceptado verse las caras, dado el grado de enfrentamiento de los últimos meses.
También aquí hay muchas cuestiones sobre la mesa. Ambas partes deben debatir sobre el porcentaje a percibir de las Quinielas por parte de la RFEF; las auditorias abiertas por el CSD contra el ente federativo para explicar en que se han empleado dichas subvenciones o el propio reciente Real Decreto audiovisual donde la FEF considera que ha sido tratada de manera injusta en la forma de reparto final de los ingresos procedentes de la venta centralizada. Sin olvidarnos de las numerosas denuncias expresadas desde el estamento federativo acerca de las injerencias por parte del gobierno. La última fue precisamente con motivo de dicha amenaza de huelga. En aquel momento la FEF envió un escrito a la FIFA acerca de la situación y que tuvo su respuesta con una carta muy dura por parte del gobierno a la máxima institución del fútbol mundial.
Estamos pues ante un momento muy importante. Es un síntoma positivo que todas las partes hayan aceptado sentarse a hablar e intentar acercar posturas. Ahora falta saber si las negociaciones acaban llegando a buen puerto.