Por José Miguel Fraguela //

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La situación que está planteada en el fútbol español es, hoy por hoy, un callejón sin salida, pero no por razón de la materia, que también, sino por mor de la capacidad/incapacidad de diálogo de algunas personas.

 

Los asiduos lectores de IUSPORT conocen ya al detalle las posturas de cada cual. La RFEF suspende las competiciones porque considera que ha sido ninguneada en el proceso de elaboración del Decreto-Ley, así como por la negativa del CSD a darle la respuesta deseada en el conjunto de asuntos pendientes, que son muchos y diversos (desde la regularización del deporte base al reintegro de subvenciones).

 

La AFE declara la huelga un día después sobre una jornada laboral (día 16-17) previamente suspendida por la RFEF (ahí es nada), y considera que ha sido ninguneada también durante la elaboración de la norma y que, además, esta perjudica a su colectivo.

 

La Liga tacha la huelga de ilegal, calificándola de política. Entiende la patronal que la RFEF carece de competencia por sí misma para decretar la suspensión de las competiciones profesionales y que los objetivos perseguidos por la huelga no están a su alcance precisamente, dicen, porque no reivindica decisiones que competa a la LFP: la modificación del Decreto-Ley en el sentido que interesa a AFE.

 

El Gobierno no ha hecho declaración alguna en el sentido de que esté dispuesto a modificar la norma o propiciarla reconvirtiendo el Decreto-Ley en Proyecto de ley.

 

Dicho esto, que vislumbra un horizonte gris y de cuyo análisis se ocupa Ramón Fuentes en la columna de este lunes, hay un aspecto en el que coinciden todos los medios. Uno de los tres principales actores se niega en rotundo a «hablar» con los otros dos y por ahí el asunto se torna imposible.

 

IUSPORT publicó a finales de 2014 una carta firmada por Cardenal y dirigida a Villar en la que le reprochaba los silencios reiterados ante las peticiones del CSD de entablar un diálogo sobre las cuestiones pendientes (reintegros de subvenciones, etc…).

 

También se han recogido en IUSPORT las repetidas declaraciones públicas de Javier Tebas en las que le asegura haber pedido audiencia en varias ocasiones a Villar, obteniendo la callada por respuesta.

 

En otro orden, la comunicación entre Cardenal y Tebas con Rubiales sigue abierta.

 

Es fácil deducir que con tres patas no se sostiene la mesa que ha de negociar, como mínimo, la desconvocatoria de una huelga que va a dejar «tocada» a la Liga de las Estrellas. Hay muchos intereses económicos en juego, nacionales e internacionales, y un parón no haría más que poner en peligro la gallina de los huevos de oro. Si no se evita, la competición podría sumergirse en su particular Triangulo de las Bermudas.

 

Nos parece imprescindible que antes de comenzar la vista del acto de conciliación de este martes se creen las condiciones que permitan entablar una negociación libre de rencillas personales y viejas cuitas.

 

Si algún presidente de las cuatro organizaciones (CSD, RFEF, LF y AFE) tiene que delegar en otra persona cualificada de su organización, que lo haga este mismo lunes.

Por IUSPORT

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