El documental «01:05.12. Una carrera de fondo» indaga en cómo el atletismo se ha convertido en un instrumento de integración de la mujer en países africanos como Kenia y Etiopía, de lo que dan testimonio atletas laureados como Haile Gebreselassie, Derartu Tulu y Florence Kiplagat.
El documental plantea ejemplos de cómo el deporte del atletismo no solo ha dado reconocimiento a las mujeres que han triunfado en él, sino que ha servido para avanzar en la igualdad de sexo en diferentes comunidades, ha explicado a Efe uno de sus autores, el periodista riojano Javier Triana, quien ha ejercido en los últimos años en Kenia y Filipinas y en breve lo hará en Turquía.
«Lo que hemos tratado de hacer con este documental es contar una historia real de cómo el deporte puede servir para cambiar la vida de las personas allí donde peores condiciones de vida hay», ha indicado Triana, quien es coautor de este proyecto con el cámara de televisión Rubén San Bruno, también riojano.
A lo largo de 51 minutos, el documental muestra entrevistas con el etíope Haile Gebreselassie, considerado uno de los mejores fondistas de todos los tiempos; con su compatriota Derartu Tulu, primera africana de raza negra en ganar un oro en unos Juegos Olímpicos; y con la «récordwoman» mundial de medio maratón, la keniana Florence Kiplagat.
Esas personas y otras muchas explican cómo el éxito de algunas mujeres africanas en el mundo del atletismo ha conseguido dar un papel a la mujer diferente a la que le asignaba la tradición en este continente, ha explicado Triana.
La idea de analizar este tema le surgió mientras trabajaba en la delegación de la Agencia Efe en Kenia, donde tuvo la oportunidad de visitar la localidad de Iten, que «está considerada como el centro del atletismo africano», ya que allí se preparan desde hace décadas los fondistas que luego brillan en campeonatos mundiales y en Juegos Olímpicos.
«Un entrenador me dijo que, más allá de los triunfos, lo importante era cómo el atletismo mejoraba cada día la vida de las personas, sobre todo de las mujeres, a muchas de las cuales les ha permitido salir de la pobreza», ha relatado.
Este proyecto, que ha contado con una beca del Centro de Periodismo Europeo, ha permitido comprobar que «ya es una realidad» que el atletismo ha contribuido a la igualdad de género en Kenia y Etiopía, aunque «con matices diferentes».
«En los dos países, las mujeres hacen cada día más atletismo porque ven la independencia que han logrado otras antes y quieren eso», según Triana, aunque «en Kenia esa circunstancia está menos avanzada que en Etiopía».
En este segundo país, ha detallado, el atletismo se ha estructurado en torno a la capital, Addis Abeba; mientras que en Kenia «el atletismo está más asentado en el medio rural» y, «allí, a la mujer le es más difícil salir del papel que tiene asignado por la tradición cultural».
Sin embargo, «en los dos casos se ha producido una auténtica revolución» en torno al deporte y «la mujer es la protagonista», no solo por los resultados deportivos, sino, «especialmente, por el movimiento económico de pequeños negocios que han surgido por el atletismo y que en su mayoría dirigen mujeres», ha enfatizado.
Sus datos indican que, entorno al atletismo, «hay un movimiento turístico de deportistas y se han creado pequeños hoteles, peluquerías porque muchas mujeres quieren el mismo peinado que las atletas; comercios, tiendas de fruta, cultivos ecológicos y un montón de servicios que benefician a toda la comunidad».
De hecho, el propio Gebreselassie es ahora un empresario en su país, que tiene diferentes negocios y «la mayor parte de sus empleados son mujeres».
Tampoco hay que pasar por alto, ha recalcado, que «muchas niñas ven las cosas que han conseguido las atletas que logran triunfos, el nivel de vida que tienen, sus posibilidades de viajar y se esfuerzan por conseguir eso mismo porque a través del deporte pueden hacer algo más que quedarse en su aldea para ser esposas y madres».
La cinta, rodada en dos semanas del pasado mes de septiembre en Kenia y Etiopía, ha sido preestrenada en Logroño y próximamente se exhibirá en diferentes festivales de documentales.
Además, este documental, cuyo título refleja el tiempo del récord del mundo de medio maratón femenino, forma parte del proyecto «Marathon to Gender Equality», financiado por el Centro de Periodismo Europeo y la Fundación Bill y Melinda Gates.
