El sucesor de Lendoiro en la presidencia del Deportivo, Tino Fernández, ha admitido que sin un acuerdo con Hacienda no se podrá garantizar la supervivencia del club.
En esta hora de las confesiones, el flamante presidente es consciente de que tendrá que pagar un peaje por los excesos pasados, de los que se declara «cómplice». Y es que hasta 2012 quien le representaba a Fernández en las juntas generales era el mismísimo Lendoiro.
«Creo que tendríamos haber salido antes. Los 25 años de Augusto [Cesar Lendoiro] tienen una nota favorable, pero en los últimos puso el piloto automático en la gestión y el modelo daba síntomas de agotamiento, de una cierta falta de rigor en lo económico», explica, pero de esos mismos años se declara, incluso, «cómplice» porque él, uno de los máximos accionistas del club (0,97%), delegó sus acciones a Lendoiro «hasta 2012».
De esa etapa queda una deuda superior a 160 millones de euros y seis títulos. «Ahora vamos a quedar hipotecados muchísimos años. Vamos a tener que pagar lo que gastemos en los próximos años y parte de lo que se gastó en los anteriores. Vamos a seguir pagando aquellas fiestas o aquellos títulos durante muchos años y todos somos responsables. No escurro el bulto», añade.
Pero ahora mismo todos sus esfuerzos están centrados en el convenio de acreedores con Hacienda, a la que el Deportivo debe casi 100 millones, y los bancos.
Está convencido de que «diez días, no más», podrá cerrar el acuerdo con el Fisco y los bancos. «Malo será que no se pueda dar», se advierte a sí mismo Fernández.
«Aquí hay quita, años, garantías, supervisión y control, una ampliación de capital que puede haberla o no, y al final tienes que combinar esos elementos y ver cuál es la solución perfecta», dice.
Aunque el equipo es líder de Segunda y «ascender es necesario cuanto antes», el dirigente matiza: «En este momento es más importante tener una buena hoja de ruta económica y financiera».
«Salir mal parados de esta negociación o no llegar a un acuerdo sería mucho peor que no ascender», justifica antes de ponerse en el peor de los escenarios, que Hacienda no pacte: «Sin acuerdo, la liquidación inmediata no es, pero habría que ponerse a vender el club de un día para otro».
Él se ve «muchos menos años» que Lendoiro al frente del club y asume que «el plan económico» lo completarán «uno o dos presidentes» más.
En definitiva, la viabilidad del Deportivo solo será posible si el consejo de administración consigue presentar a Hacienda una propuesta lo suficientemente atractiva para que la Agencia Tributaria no reactive o, en caso de que lo haga, levante los embargos que quedaron suspendidos con la entrada en concurso en enero del año pasado.
Por lo que respecta a la auditoria que se comprometió a realizar en el club, era de esperar que Fernández, tras confesarse «cómplice» de la mala gestión económica previa, y de la deportiva, que califica de exitosa, no vaya a cargar las tintas en el examen de la gestión anterior. Por eso, adelanta que está «seguro» de que no va a detectar «una salida de dinero a un paraíso fiscal ni nada por el estilo».
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