Elche (Alicante), 5 feb (EFE).- Víctor Orta, el director deportivo del Elche, ha asegurado hoy que su proyecto al frente del Elche nació «truncado» y que no se ha cumplido el «plan de ruta» que le marcó el consejo, aunque ha insistido en que no se plantea «dimitir porque eso es de cobardes».
«No me siento cuestionado por nadie y no tengo miedo. Me siento responsable de las victorias y las derrotas y pienso cumplir mis tres años de contrato porque este club tiene un potencial tremendo», explicó.
Orta convocó este jueves una rueda de prensa para dar explicaciones sobre la confección de la plantilla y las limitaciones que ha tenido desde el pasado verano para realizar su trabajo.
El director deportivo, que llegó del Zenit de San Petersburgo, se enteró de que el Elche no podía fichar más futbolistas para no sobrepasar el nuevo límite salarial el 22 de agosto y lamentó que el proyecto que le había «vendido el consejo» no ha sido el que esperaban.
Orta dijo que su relación con el presidente, José Sepulcre, y con el director general, Antonio Rocamora, es «correcta» y admitió que de haber conocido antes que el Elche no podía fichar más allá de un límite salarial «algunas decisiones habrían cambiado».
El técnico madrileño aseguró que el equipo está en «inferioridad» de condiciones con respecto al resto de rivales que sí se han podido reforzar en el mercado de invierno, aunque se mostró convencido en que la actual plantilla logrará la «salvación».
Orta desveló que la dirección deportiva ha empleado «un tercio de lo gastado la pasada temporada, diez millones de euros».
Además confirmó que fue el club el que le pidió que buscara una oferta para vender al colombiano Carlos Sánchez y que no pudo contratar a un sustituto porque se encontró con el veto de la Liga de Fútbol Profesional (LFP).
La comparecencia del director deportivo del Elche ante los medios de comunicación ha contado con la presencia de numerosos empleados del club, consejeros y miembros de la comisión deportiva que lidera él mismo.
Orta también justificó su decisión de no completar la plantilla antes de que finalizara agosto porque todos los clubes esperaban los descartes de grandes equipos y desveló que tenía un preacuerdo «con tres jugadores a un precio menor al millón de euros».
«Lo ideal era contar con veintidós futbolistas, dos por puesto», explicó el técnico.
Orta lamentó que Gaby Mudingayi, quien estuvo tres meses entrenando con el equipo, no haya podido quedarse en el Elche y aseguró que de haber firmado «habría sido el jugador peor pagado de la plantilla en los dos últimos años».
«No le podía prometer que el domingo iba a jugar y en el Cessena sí», agregó.
Explicó que la dirección deportiva tenía acuerdos con cuatro jugadores que han firmado finalmente en equipos rivales del Elche y que la situación del club es tan complicada que ni con la venta de futbolistas hubiera podido firmar a otros.
El director deportivo insistió en que el Elche «pese a quién le pese» continúa vivo «a pesar de las dificultades y los escarnios arbitrales», por lo que se mostró convencido de que logrará la permanencia.
«Este vestuario es sano y tiene un objetivo común. Está liderado por Escribá, un lujo para el Elche», dijo Orta, quien recordó que el entrenador aplazó el cuarenta por ciento de su sueldo para que el club pudiera fichar.
Orta dijo entender los movimientos de protesta de los aficionados «porque generan un debate interno sano», pero también les recomendó que si tienen soluciones «hagan como Peter Lim en el Valencia y compren el club». «Yo pondría mi cargo a disposición si es lo mejor», agregó.
Aaseguró que los problemas del filial, colista en Segunda B, son un «daño colateral» a la situación del primer equipo y todavía se mostró confiado en poder fichar «jugadores en paro» para el Elche.
«Tengo que estar preparado para cuando desde el club me digan que ya se les puede dar los nombres de forma inmediata», explicó, si bien reconoció que el mercado está muy limitado.
El director deportivo del Elche reconoció errores en su gestión, como no haber intentado firmar jugadores «más a la baja», y repartió el mérito del fichaje de Jonathas de Jesús con todo el cuerpo técnico.
En cuanto al brasileño, Orta recordó que el club tiene una opción de compra por 1,5 millones de euros para hacerse con el cincuenta por ciento del jugador, cuya cláusula de rescisión es de veinte millones de euros.
Admitió que a la afición del Elche «no se le puede pedir más», aunque sugirió «hacer el campo ruidoso para que sea incómodo para los árbitros y los rivales».
Por último, justificó su decisión de suspender los viajes de los miembros de la secretaría técnica porque no le parece ético que la chica de la tienda o el que cuida el campo no cobre mientras ellos realizaban viajes transoceánicos.
