En la sesión del Senado español celebrada el 18 de febrero se debatió sobre la Licencia Deportiva Única. El Gobierno, a través del Ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, respondía a sendas preguntas de los senadores ESTER Capella I Farré (GPMX) y Josep Maldonado I Gili (Gpciu).
José Ignacio Wert afirmó que la nueva licencia única «no va a reducir el ámbito de competencia de las federaciones autonómicas, ni va a suponer mayores ingresos para las federaciones estatales».
«La norma establece un principio general de competencia de las federaciones autonómicas y sólo en defecto de éstas, cuando no exista una federación autonómica que pueda otorgar la licencia, es cuando interviene la federación estatal», aseguró Wert.
El ministro aludió a que el proyecto de Ley de Reforma del Sector Público, en el que está incluida esta medida, «prevé mecanismos de compensación automáticos para que ninguna federación autonómica experimente ninguna merma en sus ingresos».
«No creo que la redacción del precepto se preste a una interpretación ambigua. ¿Cómo va a ser nuestro interés minimizar el papel de las federaciones autonómicas cuando les estamos dando un protagonismo que antes no tenían?», dijo Wert, quien rechazó que haya falta de diálogo especialmente con Cataluña, con la que ha habido cinco reuniones distintas sobre esta cuestión.
El ministro insistió en el que proyecto pretende «establecer un mecanismo más fácil» y reducir la carga y los costes administrativos, además de «facilitar mayor movilidad y rendimiento de los deportistas que quieran participar en competiciones de más de un ámbito autonómico».
«Con la Generalitat ha habido reuniones bilaterales y en todas se ha explicado que en modo alguno hay una voluntad de reducir el ámbito de competencia autonómica y que no va a suponer mayores ingresos para la federación estatal», reiteró Wert.
RESUMEN DEL DEBATE DEL SENADO
Debate en la sesión del Senado español celebrada el 18 de febrero sobre la Licencia Deportiva Única.
La senadora CAPELLA I FARRÉ manifestó que “no es necesario ser un lince ni demasiado inteligente para darse cuenta de que con esta modificación se invaden competencias atribuidas a las comunidades autónomas, en especial por lo que respecta a Cataluña, al tiempo que, según criterio de esta senadora y de muchas entidades y federaciones deportivas, no se las ha tenido en cuenta, como tampoco a sus miembros: en este caso, deportistas, clubes, entrenadores, jueces, árbitros, etcétera”.
Por ello, le preguntaba la senadora al ministro, ¿cómo piensa garantizar la viabilidad económica de las federaciones deportivas autonómicas?
El ministro Wert respondía que “quizá la pregunta habría que plantearla al revés”. “La norma establece un principio general de competencia de las federaciones autonómicas, y solo en defecto de estas federaciones autonómicas, es decir, cuando no exista una federación autonómica que pueda otorgar la licencia única, es cuando interviene la estatal”
Y añadía Wert: “Se ha aumentado significativamente, en el entorno del 20%, el presupuesto de las subvenciones nominativas a las federaciones deportivas y, en segundo lugar, que la norma que ahora se modifica de la Ley del deporte, en función de este Proyecto de Ley de racionalización del sector público y otras medidas de reforma de las administraciones, prevé precisamente mecanismos de compensación automáticos para que ninguna federación autonómica o el conjunto de las federaciones autonómicas experimenten ninguna merma en sus ingresos; más bien, como le digo, se pretende todo lo contrario”.
La senadora Capella le replicó que “el problema siempre es el mismo: que no sabemos leer el resto de los mortales y que ustedes hacen y contestan las preguntas como quieren”. Recordó que “el artículo 148 de la Constitución establece que las comunidades autónomas podrán asumir competencias, entre otras materias, en la promoción del deporte, y en el artículo siguiente no contempla que sea materia exclusiva del Estado. Usted sabe, señor ministro, que es una competencia asumida por Cataluña en el Estatut en vigor, pero también en el del año 1978, y por eso se desarrolló dicho precepto en una ley ex profeso. De nuevo, ministro, la conclusión a la que llegamos es que usted busca someter en este caso a las federaciones deportivas catalanas, restarlas, privarlas de poder jurídico, quebrarlas económicamente en aquello que concierne a la relación entre federación y deportista por la vía de la licencia federativa”.
El ministro recordó el tenor literal del artículo 32 del anteproyecto de ley: “Para la participación en cualquier competición deportiva oficial, será preciso estar en posesión de una licencia deportiva que será expedida con carácter único por las federaciones deportivas de ámbito autonómico que estén integradas en la correspondiente federación estatal. No creo que la redacción del precepto se preste a ninguna interpretación ambigua ni nada por el estilo. Cuando no haya una federación estatal o una federación autonómica adscrita a la federación estatal, lógicamente, la federación estatal correspondiente emitirá la licencia”.
Por otro lado, añadió Wert, “¿cómo va a ser nuestro interés minimizar el papel de las federaciones autonómicas cuando lo que estamos haciendo es darles un protagonismo que antes no tenían, permitir la movilidad de los atletas, reducir los costes de transacción en el deporte amateur y en el deporte de base?
Realmente, si se tiene la voluntad, siempre se puede interpretar una medida en el sentido radicalmente contrario al que la propia medida tiene, pero la norma es la norma y la interpretación de la norma, lo siento mucho señora Capella, es absolutamente inequívoca”
Por su parte, el senador JOSEP MALDONADO I GILI (GPCIU) le preguntaba al ministro, “¿es consciente de que en caso de que finalmente se implante la licencia única federativa se estará perjudicando gravemente el deporte base y amateur, y a las federaciones deportivas autonómicas?”
El ministro se remitió a la respuesta dada a la anterior senadora y puntualizó: “No solo no se trata de perjudicar a las federaciones autonómicas sino de establecer un mecanismo más ágil, más simple y mejor para ellas, con el fin de conseguir no solo la suficiencia de sus recursos sino también para reducir la carga administrativa y los costes de transacción que soportan no solo las propias federaciones sino los deportistas, los árbitros, los jueces y, en definitiva, todo el mundo del deporte amateur.”
El senador Maldonado le replicaba: “En el Congreso de los Diputados, el 7 de febrero de 2014, se publicó el anteproyecto. Dice: En este ámbito deportivo, una de las principales reformas consiste en la implantación de una licencia única deportiva que, una vez obtenida, habilite a su titular para participar en cualquier competición internacional oficial. Y sigue diciendo: Esta medida contribuye decisivamente a la extensión del principio de unidad de mercado al ámbito del deporte no profesional; repito, unidad de mercado. Y después habla de no duplicidades”.
“Señor ministro, ¿Sabe el señor ministro que Cataluña tiene competencias exclusivas en materia deportiva? Entonces no entiendo el porqué de este paso. ¿Sabe el señor ministro que esta decisión va contra el Estatut de Catalunya? ¿Sabe que con esta voluntad de vaciar las competencias de la autonomía catalana, en este caso perjudica al deporte catalán? ¿Sabe el señor ministro que esta decisión dejará tocada a las sesenta y ocho federaciones catalanas deportivas y a las aproximadamente ochocientas españolas?”
“No me diga que ha tenido reuniones, porque todas las que ha tenido, todas, han sido negativas. Las federaciones están todas que trinan. El lunes hay en Barcelona una reunión de federaciones españolas deportivas que están en contra de esta licencia única. Fíjese, federaciones españolas; no hablemos de otras autonomías”.
“Señor ministro, le voy a dar cinco razones para que vea que está licencia única debe ser retirada –le podría dar muchas más, pero solo tengo un minuto y la benevolencia del presidente−. Primero, va contra las competencias asumidas por el Estatut de Catalunya. Segundo, va contra el derecho asociativo de los deportistas catalanes, ya que les obliga a suscribir una licencia estatal en lugar de una autonómica contra su voluntad. Tercero, anula las competencias disciplinarias de las federaciones autonómicas, ya que la posesión de licencia autonómica es el punto de conexión que permite la potestad disciplinaria sobre los deportistas. Cuarto, priva a las federaciones autonómicas de unos ingresos económicos −y no me diga que cobrarán, no me lo diga, cobrarán las españolas−, básicos para la supervivencia, ingresos económicos derivados de la licencia autonómica, señor ministro. Quinto, supone vincular a las federaciones españolas con deportistas que no participan en el ámbito estatal y que no reciben ningún servicio de estas federaciones españolas.
Solo estos argumentos –solo estos, hay muchos más− deberían hacerle reflexionar, siempre y cuando detrás de esta decisión no haya una voluntad política de ataque al deporte catalán, como también lo han sido…
Por tanto, este portavoz de Convergència i Unió pidió al ministro que retire la implantación de esta licencia única, o al menos, como mal menor, no como solución y sin que siente precedente, sea generoso. Sea generoso matizando que esta licencia solo la deban poseer los deportistas que compitan en competiciones estatales. Esta última petición…
El ministro cerró el turno de intervenciones manifestando que “ha habido reuniones bilaterales con el conseller de la Presidència, señor Homs, y con el secretari general de l´ Esport, señor Tibau. En todas ellas se ha explicado lo que yo acabo de decir en la respuesta anterior: que en modo alguno hay una voluntad de reducir el ámbito de competencia autonómica en materia de licencia y que la licencia única no va a suponer mayores ingresos para la federación estatal, entre otras cosas porque se han previsto unos mecanismos de compensación en su caso a las federaciones autonómicas. Va a suponer una reducción de los costes administrativos, una reducción de los costes de transacción y, en definitiva, va a facilitar mayor movilidad y mayor rendimiento, por tanto, de todos los deportistas que quieran participar en competiciones en más de un ámbito autonómico. Pero en ningún caso, por ejemplo, se pone en cuestión el papel de las federaciones autonómicas a la hora de determinar las reglas de las competiciones que ellas mismas organicen”.
Y concluyó Wert: “Decía que se ha constituido un grupo de trabajo para estudiar la peculiar naturaleza jurídica de esta relación y actuar en consecuencia. De forma que ni por la vía de la licencia única ni por la vía de la Seguridad Social existe por parte del Gobierno la menor intención de interferir. Pero, insisto, estamos hablando, en el caso de la licencia única, de una norma que se está discutiendo en el Parlamento; y ese será el lugar, entre otros, esta Cámara, para llegar a acuerdos sobre ella”.
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