[Img #16857]Tras abandonar el Bayern en 2010, el futbolista italiano Luca Toni recibió una reclamación de 1,7 millones del fisco de Baviera por no haber pagado el impuesto eclesiástico, un tributo sobre la religión que Alemania cobra a los contribuyentes con altos ingresos por la práctica de un culto religioso y que posteriormente transfiere a la congregación correspondiente.

Acto seguido, cuenta el diario El País, el futbolista demandó a su asesor fiscal por no informarle de que debía pagar ese tributo. La justicia le ha dado la razón y condena a su consejero a pagarle 1,25 millones en concepto de daños y perjuicios.

El futbolista, que jugó en el Bayern de Munich entre 2007 y 2010, argumentó en el juicio que desconocía el idioma alemán y firmó todos los documentos que le pusieron por delante sin saber exactamente qué firmaba. “Si hubiera sabido lo caro que sale ser católico en Alemania, hubiera dejado inmediatamente la Iglesia”, declaró.

El caso resulta curioso porque durante la primera temporada, el italiano había sido registrado por los empleados del club alemán en los papeles de la seguridad social como ateo, por lo que no tenía que pagar ningún impuesto.

Pero en la segunda temporada los asesores fiscales cambiaron el registro a católico apostólico, lo que provocó la reacción del fisco alemán.

Finalmente, Toni tendrá que pagar finalmente de su bolsillo 450.000 euros, el resto lo pagará su asesor.

Por IUSPORT

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