La Unidad de la Guardia Civil que investiga el presunto desvío de capitales por parte de Messi, relacionados con partidos amistosos, ha pedido al juez que ha abierto diligencias por presuntos delitos de blanqueo de capitales y contra la Hacienda española, que solicite todos los movimientos bancarios de la fundación del jugador en busca de dinero negro.
Según informa El País este miércoles, medio que destapó el affaire, la investigación busca nexos entre Guillermo Marín y la fundación del jugador del Barça. Las pesquisas sobre la supuesta trama criminal que rodeó los partidos benéficos del jugador argentino del Barcelona Leo Messi se extienden por siete países, incluido China, y varios paraísos fiscales.
Una maraña de sociedades en la isla de Curazao (al sudeste del Caribe), en Hong Kong y Panamá, en Argentina, Perú, Colombia, México, España y Estados Unidos centran la investigación que desarrolla la Guardia Civil para aclarar si los partidos de 2012 y 2013, llamados Messi y sus amigos contra el resto del mundo, fueron utilizados como tapadera por el narcotráfico para lavar dinero.
Los agentes quieren también interrogar a Guillermo Marín, ciudadano argentino que figura junto a Messi como presunto destinatario de cinco transferencias bancarias que se acercan al millón de euros.
La Guardia Civil sospecha que la estrategia era aparentar que los estadios se llenaban y que las entradas, al tratarse de eventos benéficos, generaron mucho dinero porque fueron adquiridas a precios elevados. En realidad, los campos en ningún caso se llenaron.
Los agentes antiblanqueo de capitales de la UCO piden también al juez que recabe de Estados Unidos, donde se celebraron dos encuentros y un tercero que fue cancelado, toda la información de la sociedad World Soccer Master y de la sociedad Número 5 Producciones.
La presencia de Messi en estas diligencias obedece a que es residente en Barcelona y está obligado a declarar en España sus ingresos y los que obtenga en el extranjero. Si, como infieren los agentes, él fuera el destinatario de esos 1,3 millones de dólares (950.000 euros) de las cinco transferencias a Curazao, tendría que haberlos declarado en España.
Estas diligencias de la Guardia Civil no tienen nada que ver con el expediente por fraude fiscal que le abrió la Agencia Tributaria española, por la que el argentino ya ha aportado cinco millones para regularizar su situación.