En el primer mes de plazo concedido exclusivamente a los antiguos accionistas para la compra de acciones del Eibar, en el proceso de ampliación exigido por el CSD, la respuesta ha sido muy pobre: 382.750 euros, lo que supone el 22,19%.
El presidente Álex Aranzabal recuerda, no obstante, que “no hay plan B. Seguimos necesitando mil personas que aporten mil euros y si no conseguimos el objetivo perderemos la categoría”, alarmaba.
El dirigente sigue con el plan de acercarse a diversos colectivos potencialmente interesados en la ampliación. Así, ha mantenido una reunión con empresarios guipuzcoanos de la cual ha surgido una plataforma de apoyo al club en este proceso, con el objetivo principal de “dinamizar la compra de acciones. Y en próximas fechas se desplazará a Madrid para mantener similares encuentros, entre ellos con los jugadores Xabi Alonso, que en su día jugó en el Eibar, e Illarramendi.
El Consejo Superior de Deportes (CSD) desestimó el pasado mes de abril el recurso interpuesto por el Eibar con relación a la preceptiva ampliación de capital social.
Por tanto, el 6 de agosto de 2014 es la fecha clave para que el club logre el dinero que le permita mantenerse en el fútbol profesional y no caer a Segunda B.
El CSD entiende que al obligar al Eibar a aumentar en 1,7 millones su capital social, cumple con la legislación de sociedades anónimas deportivas.
El club solicitó, sin éxito, que se tuviera en cuenta su patrimonio neto positivo (1.471.000 euros) y sus 800.000 euros de fondos propios (repartidos entre beneficios y un capital social de 422.253).