Las jugadoras que habían demandado en noviembre pasado a la FIFA ante el Tribunal de Derechos Humanos de Ontario (Canadá ) por discriminación de género han llegado a un acuerdo con el organismo internacional y han decidido desistir.
El principal punto de discordia, aunque no el único, era que la totalidad de la competición se disputará sobre césped artificial.
En el acuerdo alcanzado se estipula que las futbolistas serán incluidas en el Plan de Protección de Clubes, lo que les proporciona el mismo seguro médico de que disfrutan los jugadores y que las indemnizará en caso de lesión durante el torneo.
También se ha acordado la implementación de la tecnología de la línea de gol.
A la hora de decidirse por el pacto, no cabe duda de que influyó el hecho de que Tribunal rechazara que el procedimiento se tramitara por la vía rápida. Las jugadoras habían denunciado la táctica de la FIFA para dilatar el proceso judicial, con amenazas incluidas.
Unas 60 de las mejores futbolistas se asociaron para liderar una demanda contra la FIFA y la Asociación Canadiense de Fútbol (CSA).
Jugadoras ilustres encabezaban la lista de demandantes, como Abby Wambach, de Estados Unidos; Nadine Angerer, de Alemania; y la brasileña Fabiana Da Silva Simoes.
Las jugadoras consideraban que es una decisión discriminatoria, teniendo en cuenta que jamás se podría plantear un Mundial masculino con césped artificial. Siendo éste el mayor evento del fútbol femenino a nivel mundial, la decisión de no jugarse en césped natural ha hecho saltar las voces de protesta de las internacionales. No entendían por qué se había decidió usar este tipo de superficie, cuando hasta ahora los Mundiales se habían disputado en césped natural, y no está previsto que en el torneo masculino se vaya a implementar en un futuro cercano. Además, argumentaban que este tipo de terreno de juego puede provocar lesiones.
Reacción de la FIFA
Por su parte, la FIFA celebró la retirada de la demanda y dijo que comparte con las futbolistas el reto de «asegurar que el campeonato se celebre en las mejores condiciones».
Así lo afirmó el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, tras la decisión del colectivo de jugadoras de retirar la reclamación que presentaron ante el Tribunal de los Derechos Humanos de Ontario (Canadá) al no poder disputar el campeonato en las mismas condiciones en las que se juega el Mundial masculino.
«En las reuniones con las jugadoras quedó claro su deseo y entusiasmo por celebrar el mejor mundial femenino de la historia y asegurar que tengan las mejores condiciones para su actuación. Este es un objetivo que comparten con FIFA y estamos totalmente comprometidos con que tengan la mejor superficie para un gran espectáculo», señaló en un comunicado.
El directivo de la FIFA, que en más de una ocasión justificó el uso de césped artificial por las condiciones del país organizador, aseguró que ahora ambas partes pueden centrarse en la preparación y en la promoción del evento.
El Mundial femenino de Canadá se jugará como estaba previsto del 6 de junio al 5 de julio próximos en los estadios de Montreal, Edmonton, Winnipeg, Ottawa, Moncton y Vancouver.
Tras el fin del contencioso, la estadounidense Abby Wambach, mejor jugadora de 2012 y tercera en la votación de hace unos días en la que ganó la alemana Nadine Kessler como jugadora del año 2014, mostró su confianza en que la iniciativa permita asegurar un «trato justo de la mujer en el deporte»
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