La Comisión de Ética de la FIFA ha sancionado a Franz Beckenbauer, presidente de honor del Bayern de Múnich, con inhabilitación por un periodo de tres meses, durante el que no podrá participar en ninguna actividad relacionada con el fútbol oficial, por negarse a colaborar con una investigación de la FIFA, según comunicó hoy el organismo.
La suspensión, que se hará efectiva de forma inmediata, ha sido rubricada por el vicepresidente del órgano de decisión de la Comisión de Ética, Alan Sullivan, en funciones de presidente, a propuesta del presidente del órgano de instrucción, Michael J. García, que está en la recta final de su investigación sobre la polémica votación de las sedes de los Mundiales de 2018 y 2022.
«La decisión se ha adoptado de conformidad con el art. 83, apdo. 1, motivada porque podría haberse cometido una infracción del Código Ético y no puede adoptarse una decisión con suficiente prontitud. La supuesta infracción se debe a que Franz Beckenbauer no habría cooperado con una investigación de la Comisión de Ética, a pesar de que se le requirió su ayuda en reiteradas ocasiones. Entre otros, se le solicitó que aportara información en una entrevista personal o respondiera a unas preguntas por escrito tanto en alemán como en inglés. Ahora, el caso será objeto de una investigación formal conducida por Vanessa Allard, miembro del órgano de instrucción, en calidad de jefa de la investigación», reza el comunicado de la FIFA.
La intervención del vicepresidente como presidente en funciones obedeció a la abstención del el presidente del órgano de decisión, el juez Hans-Joachim Eckert, «en virtud del art. 35, apdo. 2 c)»
«Ahora, el caso será objeto de una investigación formal conducida por Vanessa Allard, miembro del órgano de instrucción, en calidad de jefa de la investigación», agregó.
Declaraciones de Beckenbauer
Beckenbauer rechazó categóricamente estar involucrado en el escándalo de presuntos sobornos en la elección de Qatar como sede del Mundial 2022.
«Tengo cero cosas que ocultar», dijo el presidente de honor del Bayern Múnich en una entrevista publicada el miércoles por el diario alemán «Bild». «Lo digo con sinceridad: no entiendo toda esta excitación. Ya dije suficientes veces que soy el interlocutor equivocado para el tema corrupción», afirmó.
Beckenbauer reconoció que no atendió a las preguntas de Michael García. «En la FIFA sólo tengo un status de consultor, ya no soy miembro del comité ejecutivo y, por lo tanto, no estoy obligado a hablar con el señor García».
El norirlandés Jim Boyce, vicepresidente de la FIFA, había pedido que la comisión ética sancionase a quienes no colaboren con la investigación, añadió el diario.
El alemán Theo Zwanziger, miembro también del ejecutivo de FIFA, había advertido también sobre una posible sanción. «Si uno lee el reglamento ético, hay cuestiones que plantean dudas», dijo sobre Beckenbauer en Sao Paulo, donde el jueves arrancó el Mundial de fútbol de Brasil.
Beckenbauer fue miembro del comité ejecutivo que eligió a Rusia y Qatar como sedes mundialistas de 2018 y 2022, respectivamente, pero nunca reveló a quién votó.
Lo sorprendente el caso es que, al parecer, Beckenbauer, aunque no ha revelado su voto, siguió las recomendaciones de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), que no estaba a favor de la candidatura qatarí.
Un poco extraño todo esto, además de jurídicamente endeble, habida cuenta que el genial defensa alemán de la década de los setenta ya no pertenece a la estructura de la FIFA, por lo que no se entiende la imposición de una sanción a alguien que no está vinculado en virtud de la relación de sujeción especial que comporta la afiliación o la ostentación de un cargo en el seno de la organización mundial del fútbol.