A comienzos de 1966, la periodista Maureen Cleave escribió una serie de artículos sobre The Beatles para el tabloide londinense Evening Standard. Maureen era amiga personal de John Lennon, con quien mantuvo una conversación muy abierta en su casa de Weybridge.

 

Influido por la lectura de la controvertida obra The Passover Plot, en que Hugh Schonfield desacredita a Jesucristo, el músico afirmó: «El cristianismo pasará. Disminuirá y desaparecerá. Ahora nosotros somos más populares que Jesucristo. No sé qué se irá primero, si el rock’n’roll o el cristianismo. Jesús estaba bien, pero su disciplina era dura y ordinaria».

 
En el Reino Unido, las muestras de indignación por sus comentarios, publicados el 4 de marzo de 1966, se limitaron a anécdotas tales como una ilustración de la revista satírica Private Eye, donde Lennon aparecía como Jesús. Esta falta de arrebato no sólo se debió al típico carácter reservado de los británicos, sino también a que los comentarios de Lennon quizás no estaban tan lejos de la realidad. Como la misma Cleave afirmó en el artículo, «la fama de The Beatles es incuestionable […] Son tan famosos como la Reina».

 
Lo que pasó en Estados Unidos fue harina de otro costal. En agosto de 1966, la revista juvenil Datebook publicó fragmentos de la entrevista poniendo énfasis en la frase «más populares que Jesucristo». Los estados más conservadores pusieron el grito en el cielo y se destruyeron públicamente discos de la banda.

 

Pues bien, ahora es el el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, quien cree que la organización que dirige es más influyente en la sociedad que cualquier religión.

«A través de las emociones positivas que genera el fútbol, la FIFA es más influyente que cualquier país del mundo y cualquier religión», aseguró Blatter en una entrevista publicada hoy por el periódico suizo «Sonntags-Zeitung».

«Nosotros movilizamos masas. Eso es algo que queremos usar para lograr más paz, justicia y salud en el mundo», agregó el dirigente suizo.

 
Blatter aseguró que se presentará a un quinto mandato como presidente «porque la mayoría de las federaciones lo quieren».

«Mi padre decía siempre: ’Descansar puedes hacerlo en el cementerio’», advirtió el suizo, que añadió que la energía para seguir en la jefatura de la FIFA proviene de una «fe profunda».

«Yo creo en Dios. Y yo creo en mí mismo. Por eso puedo cumplir mis tareas independientemente de la edad», dijo.

Por IUSPORT

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