La FIFA ha hecho otra de las suyas. Según informaron hoy fuentes del organismo rector del fútbol a la radio sudafricana Eyewitness News, la victoria (1-0) de Sudáfrica sobre España de este martes en el Soccer City de Johannesburgo no tendrá validez en el ranking mundial ni podrá ser considerado un resultado oficial, ya que no se cumplieron las normas establecidas con el séptimo cambio que realizó el conjunto de Vicente del Bosque para sustituir al lesionado Víctor Valdés.
La clasificación mundial la lidera precisamente el equipo perdedor, España, con 1.513, seguida de Alemania y Argentina.
Nos parece injusto que se utilice un inexistente consentimiento, como el que se imputa al resignado técnico de Sudáfrica, para considerar que el país africano es corresponsable del entuerto.
El seleccionador sudafricano, Gordon Igesund, explicó al término del partido que no se opuso a que se hiciera la sustitución, sino que la cuestión debía consultarse con el colegiado y no con él.
«Ellos -los jugadores españoles- me preguntaron a mí, y yo les dije que debían preguntarle al colegiado», aseguró Igesund en la rueda de prensa posterior al partido.
Nadie puede negar que, sobre el césped, el entrenador local protestó airadamente la decisión, sabedor de que se estaba saltando la norma, y terminó acatando, resignado, la alineación de Reina. Por cierto, al menos un gol manifiesto consiguió abortar el séptimo cambio; dudamos de que Arbeola hubiese interceptado esa pelota. Vamos, que Reina nos libró del «vergonzoso» 2-0.
Según la misma fuente, el asunto no se quedará ahí. La organización que aun preside inexplicablemente Joseph Blatter, estudiará tomar nuevas medidas después de analizar el informe oficial del partido.
Y nosotros le decimos a la FIFA. Estas «otras medidas» son las únicas que debió adoptar desde el principio, medidas que en ningún caso deben perjudicar los intereses sudafricanos, ajenos por completo a la irregular alineación de Reina.
Como saben nuestros lectores, el meta del FC Barcelona, que entró en la segunda mitad por Iker Casillas, se lesionó a falta de 10 minutos para el final del partido cuando Del Bosque había realizado ya los seis cambios acordados. En un principio Arbeloa se disponía a ponerse de portero pero se llegó a un acuerdo con el árbitro y el delegado de campo para permitir otro cambio apelando al ‘fair-play’ de un partido amistoso.
Vicente Del Bosque no ha acertado tampoco esta vez. Lejos de nuestra intención, cuestionar la integridad moral y la solvencia técnica de nuestro seleccionador, cuya dimensión humana es aun superior a la que posee como técnico, que ya es decir.
Pero Sr. del Bosque: apelar a un forzado Fair play no procede cuando se trata de un partido incluido en el calendario FIFA. Hay unas normas. No es una pachanga, apreciado seleccionador, por más que nuestros jugadores se hayan empeñado en ello. Si bien no se trataba de un partido de competición oficial, sí que era un encuentro oficial.
No era un partido entre el combinado español y un combinado vasco, o catalán, o canario, fuera del calendario FIFA. No señor, era un partido que computaba para el ranking mundial de selecciones nacionales, eso es muy importante, amigo.
Deben saber los defensores en este caso del Fair play que éste lo ordena el mismo reglamento que ellos han infringido.
Seamos claros: España y el colegiado son los únicos responsables de la infracción y, por tanto, son quienes han de cargar con las consecuencias. Hay sanciones tipificadas para estos hechos.
La resta de puntos a Sudáfrica a consecuencia de este incidente es un auténtico atropello y contraviene la tradición jurídico-deportiva. Los equipos que no son responsables de una alineación indebida son declarados siempre ganadores, y habiendo ganado, además, en el terreno de juego, lo que debían hacer es darle el partido por ganado con el resultado de 3-0, que se lo que está previsto para estos casos. Nunca una decisión en contra del equipo inocente.
Seamos menos “nacionaleros” y más serios. Una cosa es identificarse con los colores de nuestra selección, ahí estaremos siempre, y otra distinta consentir esta requisa ilegal de puntos.
Obrar de esa manera nos resta a los españoles más crédito internacional que el que perdió la selección española en el pésimo encuentro de ayer.
EPÍLOGO: Teniendo en cuenta que esta decisión de la FIFA de anular el partido aun no ha sido publicada en su sitio web, no sería de extrañar que en los próximos días apareciese un comunicado oficial desdiciéndose de todo ésto, bajo el pretexto de que aquellas declaraciones iniciales eran de un dirigente a título individual, no de la Organización FIFA.
