[Img #5436]El presidente del Racing, Tuto Sañudo, acompañado por el resto de consejeros, toda la  plantilla y cuerpo técnico, ha dado este martes una singular rueda de prensa.

David González-Pescador, portavoz del consejo, ha informado que la Agencia Tributaria ha vuelto a desestimar, por enésima vez, la petición del Racing de que acepte el aplazamiento extraordinario del pago de los 6,5 millones de euros que el club adeuda por retenciones practicadas a terceros.

La clave está en la naturaleza de la deuda tributaria vencida: se trata de retenciones practicadas a terceros pero no reintegradas a Hacienda, lo cual es muy grave, pues se parece mucho a la apropiación indebida, aspecto este que no ha sido comentado hasta ahora.

Lo cierto es que el Consejo actual, que por cierto acaba de hacerse por un euro con el paquete  accionarial de Jacobo de Montalvo (empresa Dumviro Ventures), hasta ahora mayoritario, no tiene un plan B. Pretende, ahí es nada, que la Liga de Fútbol Profesional acepte su inscripción a pesar de no contar con la certificación de estar al corriente con Hacienda, o que le conceda una moratoria hasta el 5 de agosto para «subsanar» este defecto.

Olvida el portavoz del Racing que no caben ampliaciones de plazo cuando se trata de concurrencias competitivas, como acontece con el plazo que la Liga concede a todos los clubes, en igualdad de condiciones, para que a 31 de julio acrediten estar al corriente de sus obligaciones.

El propio portavoz reconoció que la Agencia Tributaria tiene adoptada una «decisión inflexible» y que «no hay posibilidad de que reconduzca su postura» y acepte la petición del club cántabro de que tenga en cuenta que existen «extraordinarias circunstancias que pueden dar lugar al aplazamiento de la deuda».

Una vez que la Agencia Tributaria ha rechazado hacer una «excepción» con el Racing, después de que el club haya incumplido por dos veces sendos aplazamientos de pago (bajo la presidencia de Francisco Pernía) y un acuerdo singular (con Ángel Lavín como presidente), el club cántabro confía, no sabemos en base a qué, en que la Liga de Fútbol Profesional acepte su inscripción en Segunda División en estas circunstancias.

En una especie de gesto hacia a galería, González-Pescador dijo: «Tenemos 48 horas por delante y lo vamos a intentar».

Pero el consejo reconoce que en caso de que no se consiguiera la inscripción del Racing en Segunda División «habría que solicitar la liquidación», porque consideran que «no se ve viabilidad compitiendo en Segunda B».

González-Pescador ha reconocido que el Racing se encuentra en una «situación terrible» y ha  explicado que la inscripción por parte de la LFP es sólo un «primer paso», aunque «imprescindible»,  ya que también es necesaria una ampliación de capital «solida», «doblando la que estaba pensada», con lo que estaría en torno a los 9 millones de euros.

González Pescador ha afirmado que la LFP y el G-30, al igual que el Gobierno de Cantabria y el  Ayuntamiento de Santander, apoyan el trabajo que están realizando los actuales gestores del Racing; y ha apuntado como prueba de ello las gestiones realizadas en favor del Racing por las instituciones públicas y el hecho de que la Liga adelantará ayer al club 800.000 euros por futuros derechos televisivos, que Hacienda no ha aceptado como adelanto del pago de la deuda.

El Racing cree que cumple con los ratios exigidos por la Liga para aceptar la inscripción, salvo por  lo que respecta al certificado de estar al corriente de pagos con Hacienda. «No lo podremos llevar pero vamos a argumentar que no cumplimos ese requisito por motivos jurídicos», ha explicado González-Pescador.

Tras apelar a la «honradez» del nuevo consejo de administración del Racing y reconocer que «hay que pagar hasta el último euro de los impuestos», González-Pescador ha subrayado que el Racing se ha visto afectado por un «cambio de criterios» que se ha producido en Hacienda este año; que, a juicio del club cántabro no se debería aplicar «de manera drástica» porque origina más «quebrantos» al Estado que beneficios.

Y es que ni siquiera un aval del Gobierno de Cantabria ante la Agencia Tributaria resolvería la  situación, ya que, como ha quedado de manifiesto, Hacienda no accede a ningún aplazamiento al tratarse de deuda tributaria derivada de retenciones a terceros. Solo vale el pago y a 48 horas del cierre del plazo, sólo un mecenas de última hora, como le ocurrió al Zaragoza con Cesar Alierta, podría sacar al Racing de este atolladero.

 

 

Por IUSPORT

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