Así lo publica el diario La Voz de Galicia el pasado día 18, que explica cómo el Racing cerró el proceso de ampliación de capital acordado en la Junta de Accionistas del 13 de junio de este año muy lejos de cubrir el importe previsto en la misma, por lo que no es posible ejecutar dicha ampliación de capital al no haberse cubierto el mínimo legal del capital social.
«En consecuencia también queda sin efecto la previa reducción de capital acordada en la misma junta», añade la nota, que indica que dicha situación se ha trasladado «de manera inmediata» a la Comisión de Seguimiento y Cumplimiento del Convenio de Acreedores en una reunión celebrada este jueves.
Los administradores concursales fijaron en 25 millones de euros la ampliación de capital necesaria para la continuidad del club, y en 3 el objetivo inicial de la primera de esas ampliaciones de capital.
En un comunicado, el presidente del Racing, Ángel Lavín, señala que el consejo de administración consiguió que el accionista mayoritario, Alí Syed, admitiera que sus acciones ya no valían nada y emitiera unas nuevas para que quienes las comprasen se convirtieran en dueños absolutos del club.
«La mayoría de los socios dejaron pasar la primera fase sin pujar por el control. Finalizó la segunda y ninguno quiso asumir el mando. Y la tercera fase, abierta a cualquier inversor, pese a prorrogarse dos veces, ha terminado sin que nadie quiera ser dueño de la compañía. Llevo once meses publicando cartas y escritos en la prensa, advirtiendo que este momento podía llegar», se lamentaba Ángel Lavín.
