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El presidente del Bayern de Múnich, Uli Hoeness, comparece este lunes 10 de marzo ante un juez de esta ciudad para prestar declaración sobre los cargos que le imputan una presunta evasión de impuestos.
La Audiencia Provincial de Múnich admitió a trámite en noviembre de 2013 la querella presentada por la fiscalía ante el Tribunal número 5 de Münich, Sala económica, el pasado 31 de octubre.
El presidente bávaro deberá dar explicaciones por los 20 millones de euros que guarda -presuntamente- en cuentas bancarias suizas, sin declarar a la Hacienda alemana.
La revista alemana Bild fue la que destapó en su día el presunto fraude fiscal de Uli Hoeness, pero fue un informante anónimo quien denunció ante la Fiscalía la presunta evasión fiscal.
De forma sorprendente (parece que sigue el camino de José María del Nido), Hoeness se ha mantenido durante todos estos meses en su cargo al frente del club muniqués y no ha dado señales de que vaya a dimitir.
Para ello se ha servido de las muestras de apoyo que ha recibido de los socios, de los miembros de la plantilla, del técnico español Pep Guardiola.
El primer ministro de Baviera (sur), el conservador Horst Seehofer, opinó en mayo de 2013 que presionar a Hoeness para que dimitiese era faltar el respeto a todo lo que éste había logrado en su carrera como jugador y directivo deportivo, pero aclaraba: «Desde mi punto de vista es respetable que Uli Hoeness siga en su cargo hasta que la fiscalía aclare el caso», dijo entonces Seehofer en declaraciones a la edición digital del diario «Münchner Abendzeitung».
Habrá que ver si consumado el pronunciamiento de la la Fiscalía, Horst Seehofer mantiene su apoyo a Hoeness, pero al final es éste quien debería dimitir, por decisión propia o por presión de los socios o de los aficionados.
