El nuevo Salamanca, en huelga, sin estadio y sin inscribirse por la RFEF

Como saben los lectores de IUSPORT, un auto judicial del pasado 8 de agosto ordenó a la RFEF la inscripción del nuevo club en Segunda B, como entidad sucesora del antiguo U.D. Salamanca. Sin embargo, no consta que la Federación haya acatado hasta ahora el citado auto judicial: todavía no ha puesto nombre al «Equipo 20».

Por otro lado, ya no se ocultan las diferencias entre el entrenador y la plantilla con los directivos de la entidad, hasta el punto de decidir ir a la huelga. La plantilla y el cuerpo técnico salmantinos se plantaron ayer y no se ejercitaron. Según ha confirmado el propio entrenador ante los medios de comunicación salmantinos, las condiciones pactadas para llegar al conjunto charro ni han sido «respetadas» ni «se corresponden con lo hablado hace quince días». Además, Siviero ha amenazado con su salida del Salamanca. Se ha filtrado que Hidalgo tiene la intención de bajar el sueldo pactado con jugadores y cuerpo técnico en un porcentaje que oscila entre el 10 y el 20%.

Por si lo anterior fuera poco, tampoco hay acuerdo entre Hidalgo y los administradores concursales para el alquiler del estadio Helmántico.

Comunicado del nuevo club

Por su parte, el Salamanca Athletic Club ha hecho público un comunicado en la tarde de este lunes en el que informa de que tanto el cuerpo técnico como los jugadores van a continuar apostando por el proyecto deportivo y que la única razón por la que no se está entrenando en estos momentos es porque el club aún no está registrado como tal en la Real Federación  
Española de Fútbol.

Según fuentes del Club, mientras la RFEF no confirme al Salamanca Athletic Club como equipo del Grupo I de la Segunda División B, la entidad no puede funcionar como tal, ni en el apartado deportivo ni tampoco en el administrativo.

En el mismo comunicado remitido a MÁSSalamanca.es, la directiva afirma estar trabajando «sin descanso» para que la RFEF acate definitivamente un auto judicial fechado el pasado 8 de agosto en el que obliga, sin opciones de recurso alguno, a inscribir al Salamanca Athletic Club en la competición de Segunda División B.