La decisión del Juzgado de reabrir el caso que investiga la ampliación de capital de 2009, precisamente aquella por la que la Fundación del Valencia se convirtió en accionista mayoritaria del club, ha irrumpido en medio del proceso de venta que sustancia Bankia.
Como es conocido, la ampliación del capital fue suscrita mayoritariamente por la Fundación gracias a un préstamo de 75 millones de euros concedido por Bankia (entonces Bancaja) y avalado por la Generalitat a través del IVF.
En el auto, que según Marca se hizo público en noviembre pasado, se ordena la investigación del “uso del préstamo de 75 millones de euros otorgado a la Fundación”.
El tribunal estimaba así el recurso de apelación interpuesto por un grupo de accionistas contra un auto dictado el 15 de julio del año pasado que archivaba la causa.
La querella que ha desencadenado el proceso fue presentada por un grupo de accionistas.
Para el tribunal, resultaba “razonable” el inicio de la causa para investigar «si es cierta la hipótesis delictiva».
«Bancaja encubrió la quiebra del Valencia Club de Fútbol con préstamos de riesgo»
Bajo este título, el diario El País publicaba en 2009 lo siguiente: «uno de los peores clientes de Bancaja, a tenor del riesgo asumido, no es ninguno de los constructores de relumbrón regionales o nacionales, sino el Valencia Club de Fútbol, con el que en 2009 tenía un riesgo comprometido de más de 357 millones. Una inspección del Banco de España en 2009 revela que, sin su ayuda, el club estaría en situación concursal. El informe da los detalles: “En junio de 2009, Valencia CF acordó realizar una ampliación de su capital terminando el periodo de suscripción en agosto de 2009 y únicamente fueron suscritas 390.721 por un importe de 18,7 millones de euros. Tras esta ampliación el patrimonio del grupo ascendía a menos 17 millones de euros”.
“Para solucionar la situación de quiebra técnica”, proclaman los inspectores, “el Valencia adjudicó las acciones no suscritas (1.532), a la Fundación Valencia CF por un importe de 73,2 millones que financió la compra de las acciones mediante un préstamo concedido por Bancaja y avalado por el Instituto Valenciano de Finanzas. Tras la compra de las acciones por la Fundación Valencia, el patrimonio del grupo se sitúa en 56, 6 millones”. Los inspectores del Banco de España recalcan la gravedad de la maniobra financiada por Bancaja: “Por tanto, sin la ayuda del IVF el Valencia estaría en una situación concursal dado que el patrimonio sería negativo”
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