El presidente de la FIFA aclaró que no puede «intervenir para cambiar las leyes», pero como máximo responsable de la federación internacional y «defensor del fútbol femenino en el mundo y en los países islámicos tenía que presentar esta petición a las autoridades políticas».
En el II Congreso Internacional de Ciencia y Fútbol de Teherán también acudió la australiana Moya Dodd, una de las tres mujeres que forman parte del Comité Ejecutivo de la FIFA, quien indicó que «las leyes locales deben respetarse», pero mostró su ilusión de que un día las mujeres «puedan acudir a un partido de fútbol en Irán».
En esta ocasión, como se ve, Blatter no ha efectuado amenaza ni advertencia alguna al país islámico, ni se le pasa por la cabeza. Para él, se trata de un tema menor, comparado con las injerencias de los estados en los sagrados asuntos internos de las federaciones nacionales. Cosas veredes Sancho.