«No estoy seguro si fue un positivo, pero se encontraron restos. No sé si técnicamente cruzó la línea, pero de cualquier modo, no importó, y Hein sólo dijo ‘Este un problema real para mí, así que tenemos que salir con algo’. Así que anticipamos la prescripción», declaró Armstrong al ‘Daily Mail’.
El exciclista presentó como testigo a Emma O’Reilly, exmasajista del US Postal, pero sin aportar datos fehacientes de que la sustancia en cuestión hubiese dado positivo oficial.
Además, el tejano dejó claro que es «ridículo» pensar que él está «protegiendo» a algunas de estos cargos después «de la forma» en la que le trataron. «No voy a mentir para proteger a estos tipos, les odio, me lanzaron al pie de los caballos», aseveró.
Armstrong también reconoció que el doctor Michelle Ferrari le recomendó «no» usar la EPO en el 2000 porque la UCI está desarrollando un nuevo control. «Continuamos usando algo después de eso pero no de la misma forma y no en demasiada cantidad», advirtió.
El estadounidense reconoció haber perdido una fortuna intentando salvaguardar su honor después de que la Unión Ciclista Internacional (UCI) le sancionase de por vida por dopaje y le retirara los siete Tour de Francia.
Verbruggen tampoco sale muy bien parado de este incidente. Aunque no se ha pronunciado sobre las acusaciones del exciclista, a principios de este mes envió una carta a todas las federaciones nacionales de ciclismo proclamando que «nunca he actuado de manera inapropiada y mi conciencia está absolutamente limpia. Con el beneficio de la retrospectiva, sin embargo , admito que yo podría haber hecho algunas cosas de manera diferente, pero no acepto que mi integridad está en duda».
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