El Comité de Apelación de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) ha desestimado el recurso de apelación interpuesto por la escudería Red Bull contra el acuerdo de descalificación de Daniel Ricciardo del segundo puesto en el pasado Gran Premio de Australia.
«Tras haber escuchado a las partes y examinado sus presentaciones, la Corte (de Apelación) ha decidido mantener la decisión» de excluir el coche de Ricciardo de los resultados de ese Gran Premio, informó la FIA en un comunicado.
Según los comisarios de carrera, el piloto australiano, que logró subirse al segundo cajón del podio en su primera carrera con Red Bull, estaba siendo investigado desde el final de la prueba por «exceder ampliamente la limitación de combustible en 100 kilogramos».
Por contra, Red Bull argumentó que en Melbourne hubo un error en el dispositivo de medición del flujo de combustible de su monoplaza, que proporciona la FIA.
Pero los propios comisarios de la carrera sancionaron al piloto basándose en el artículo 5.1.4 del reglamento técnico.
Ya ante la Corte de Apelación, el director técnico de Red Bull, Adrian Newey, aseguró que el coche no superó esa barrera y que hubo un problema en el detector de la FIA.
También se le aplicó la circunstancia agravante de que el equipo no atendió a los avisos que le enviaron de que estaba superando el límite de flujo de combustible.
Red Bull ha anunciado que acata el fallo del Tribunal Internacional de Apelación, pero insiste en que «siempre» creyeron que se ajustaban a «la normativa técnica» durante aquella carrera.