Difícil lo van a tener los dirigentes de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) para demostrar que las medidas adoptadas sobre la colegiada Fernanda Colombo carecen de trasfondo sexista.
Y es que la decisión de suspender provisionalmente a la colegiada por un error en señalar fuera de juego, ha generado una fuerte polémica en Brasil.
Decimos esto porque errores los cometen todas las semanas los árbitros y asistentes varones sin que las federaciones actúen con tanta contundencia. Al contrario, los comités de árbitros discurren siempre en un absoluto oscurantismo acerca de las medidas que adoptan sobre sus colegiados cuando incurren en errores manifiestos, en una estrategia puramente gremial.
En el caso de la juez de línea brasileña, el asunto no se queda en la suspensión. La CBF acordó también que la auxiliar realice un curso de reciclaje antes de volver a actuar en partidos de la primera división del Campeonato Brasileño, medida que no se conoce se haya impuesto a los árbitros-varones.
El error
Colombo señaló un fuera de juego inexistente, como otros muchos que se pitan a lo largo y ancho del planeta, en el minuto 41 del segundo tiempo, lo cual impidió que el equipo atacante (Cruzeiro) prosiguiese una jugada con la que podría empatar el partido ante el Atlético Mineiro, su tradicional rival, y que terminó perdiendo por 2-1.
Según el vicepresidente de la Comisión de Arbitraje de la CBF, este tipo de decisiones es común para todos los árbitros, independientemente de su sexo. El dirigente negó que la decisión tuviese una connotación sexista o que hubiese sido presionado por los dirigentes del Cruzeiro.
Sin embargo, las declaraciones del director técnico del Cruzeiro, Alexandre Mattos, tras el partido del pasado domingo, indican otra cosa:
«Nos escogen una juez de línea guapa. Si ella es bonita, es mejor que vaya a posar para Playboy porque en el fútbol tiene que demostrar que vale. Ella no está preparada, las personas le gritan y ella se equivoca»
El presidente de la comisión de arbitraje de la Federación Catarinense de Fútbol, Luiz Claudio Espindola Gonçalves, superior inmediato de Colombo, salió en su defensa y dio a entender que no habría polémica si el error hubiese sido de un árbitro de sexo masculino.
«Fernanda está pagando por ser guapa. Si fuese fea, nadie hablaría de ella de esa forma ni mezclaría errores que puede cometer un árbitro con su belleza», afirmó Gonçalves.