En su auto de imputación, la juez le acusa de beneficiarse y desviar fondos desde el Betis hasta sus empresas para lograr “ingresos financieros muy importantes” que alcanzaron “la imponente suma” de 24,9 millones a lo largo de 14 temporadas entre 1993 y 2008.
Dice el auto: “El Real Betis para el Sr. Ruiz de Lopera sería una fuente inagotable de negocio” a través de sus empresas Tegasa, Encadesa, Farusa y Frigimueble.
Para emitir el auto, la juez apoya sus tesis incriminatorias en los informes de los peritos. Le acusa a Lopera de un delito societario continuado y otro de apropiación indebida por administración desleal, también continuado, cuando estaba al frente del equipo de fútbol sevillano.
En su breve comparecencia ante la juez, Lopera ha manifestado que se remitía a lo expresado “por escrito”.
La juez embargó en su día a Lopera sus acciones del club como medida cautelar. Además, la magistrada le embargó 44 inmuebles a nombre de su empresa Farusa. Las acciones y las fincas embargadas fueron la garantía ofrecida por Lopera ante la alta fianza fijada por la juez de 25 millones por las posibles responsabilidades pecuniarias derivadas del caso.
En el auto de imputación se considera que los ingresos procedentes de la actividad deportiva del Betis se traspasaron cada temporada por Encadesa a otras dos sociedades de Lopera, “indiciariamente, para su enriquecimiento personal”.
Además, la magistrada estima que el Betis pagó gastos “completamente ajenos a la actividad deportiva” como comisiones de tarjetas de crédito por 16.280 euros. “Eran cargados por el concepto de caja única y única rectoría de gestión que ostentaba Lopera del Betis y del resto de sus sociedades”, censura el auto.
FUENTE: EL PAÍS
