Prohíben a las jugadoras de la selección qatarí femenina de baloncesto jugar en los Juegos Asiáticos, disputados en Incheon (Corea del Sur), con el ‘hijab’, lo que se conoce como velo islámico. Si bien, parece ser que tal prohibición no proviene de la propia organización de los Juegos, sino que, según señala un portavoz de la competición a Reuters que es un asunto de la FIBA, y “no de los Juegos Asiáticos”. Y es que la normativa FIBA no permite en las canchas “tocados, accesorios para el pelo o joyas”, como aparece en el artículo 4.4.2 de las Reglas FIBA. Existiendo sólo una excepción a esta regla, en los torneos 3×3 y a modo de prueba durante dos años. Si bien, no hace referencia expresa a este tipo de atuendos de naturaleza religiosa, lo que nos plantea un problema de límites con el derecho a la libertad religiosa y al libre desarrollo de la personalidad.
Las jugadoras del combinado qatarí abandonaron la pista, con sentimientos desde la indignación hasta la sorpresa, en el preciso momento que se les comunicó que no podrían jugar con el ‘hijab’. Sorpresa, debido a que ya habían podido disputar partidos en Indonesia o China con el velo, a lo que se debe añadir que una de las jugadoras, Amal A Mohamed, comunicó que “antes de venir nos dijeron que íbamos a ser capaces de jugar con el ‘hijab’. Confirmando asimismo, que no disputarán ningún partido más de la competición a no ser que las autoridades cambien de opinión. Esta decisión es un poco chocante en el panorama deportivo actual, pues muchos organismos están modificando sus reglas para que las mujeres que utilizan este tipo de complemento religioso puedan practicar su deporte en la alta competición y así, disputar partidos oficiales. Tanto la FIFA, como el COI o la Federación Internacional de Judo, ya permite su uso. Haciendo posible que países como Arabia Saudí, Brunei o Qatar, tuvieran por primera vez en su historia representación femenina en los Juegos Olímpicos.
