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El anuncio de que dentro de unas semanas (del 27 al 29 de marzo) se va a celebrar la Eurasia Cup, un nuevo torneo que hace competencia al lobby Ballesteros, ha desatado la guerra entre todas las partes.

Este nuevo torneo está promovido por el Circuito Europeo y el Circuito Asiático y, según la familia Ballesteros, va contra el deseo expreso del de Pedreña con respecto al desarrollo del golf en este continente.

El diario ABC recoge las declaraciones pronunciadas en su día por Severiano Ballesteros: «Quiero que los tres grandes tours asiáticos estén presentes en este duelo entre continentes», dejó escrito el cántabro y, aunque el japonés lo ha apoyado desde el principio, no ha sucedido así con el Asiático y el Europeo, que han optado por crear su propio torneo.

«Escribí a los responsables y les avisé de que iba contra el espíritu de Seve -afirma Iván Ballesteros, sobrino del astro fallecido-, pero no sólo no han hecho nada sino al respecto que han publicado que a mi tío le hubiera encantado este nuevo formato, que está destinado a acabar con el actual porque es puntuable para los ránkings».

El conflicto está servido. Los Ballesteros han exigido públicamente una rectificación, pero su torneo competidor va a seguir adelante, «plegados por el poder del dinero y la televisión», según Vicente, hermano del genio fallecido.

Los jugadores

Por su parte, Thomas Bjorn, por los jugadores, afirma que «estamos en una situación imposible», y «no entendemos que haya que crear una competición donde ya hay una que funciona y que cumple con el legado de nuestro amigo», remató Olazábal.

Para terminar de enredarlo, en el bando continental de la nueva Eurasia Cup van a militar Miguel Ángel Jiménez y Pablo Larrazábal.

O sea, que no andan bien unas amistades de tantos años, ahora ya enfrentadas abiertamente por problemas empresariales.

El legado de Ballesteros

Hay quienes sostienen que gracias a Severiano Ballesteros, los golfistas europeos pudieron formar un equipo en la Ryder Cup, cuando antes estaba limitado a los de las islas británicas.

Se eliminaron antiguas reglas como la exclusividad en los circuitos y los profesionales pudieron participar en todas las partes del mundo. Pero Ballesteros, además, creó empresas de diseño de campos y organización de torneos que tuvieron gran importancia en su momento.

De las pruebas que instauraron, el Seve Trophy y el Royal Trophy, aún siguen en el calendario. Las dos son competiciones al estilo de la Ryder, la primera mide a los europeos continentales contra los insulares y, la segunda, a los europeos contra los asiáticos.

El Seve Trophy quedó bajo el mando del Circuito Europeo, mientras que el Royal Trophy bajo el del Circuito Japonés y la Federación China, con la dirección ejecutiva del sobrino del astro, Iván Ballesteros.
 
Hasta ahora no habían surgido conflictos en torno a estas pruebas.

Iván Ballesteros / http://www.golfing.com

Por IUSPORT

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