[Img #3079]Sánchez fue sometido a un análisis junto a otros atletas que participaban el 27 de julio en el Nacional de Alcobendas por la Agencia Española de Protección de la Salud.

En ese procedimiento realizado por un laboratorio en Madrid y otro en Lausana, se le detectaron niveles anómalos en su sangre en la que aparecía un porcentaje de EPO.

La muestra B en el control efectuado también ha dado positivo, según los resultados del contraanálisis que determinaron, como ya sucediera hace unas semanas en la muestra A, la existencia en su organismo de eritropoyetina (EPO), sustancia dopante que, en una dosis que no ha trascendido, podría acarrearle una sanción que iría de los dos años a los cuatro.

Sánchez baraja, como argumento principal, el incumplimiento de la confidencialidad del control al filtrarse su nombre junto al de otros atletas antes de que los organismos pertinentes lo anunciaran e incluso asignando a las muestras identidades concretas cuando en todas ellas sólo aparecen números que posteriormente, siempre que den valores fuera de lo normal, pasan a ser identificados con el nombre de los deportistas en cuestión.

La Federación Española acordó la suspensión cautelar de la licencia deportiva el pasado 30 de agosto. Con 30 años, una sanción como la anunciada podría ser la puntilla a su trayectoria en la alta competición.

El resultado de la muestra B, no obstante, se ha querido mantener en la estricta confidencialidad a fin de evitar las filtraciones que en su momento destaparon su positivo junto al de otros atletas como Lozano, con el que compartía precisamente podio en el Campeonato de España.

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Por IUSPORT

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