La junta directiva del FC Barcelona confía en llegar a «consensos» con el equipo de gobierno que se constituya enb el Ayuntamiento de Barcelona, tras la victoria de Ada Colau en los comicios locales, para la urbanización del Espai Barça, el proyecto de remodelación del entorno del Camp Nou.
En la presentación para actualizar la situación del proyecto un año después de su aprobación en referéndum por parte de los socios, el directivo responsable del área patrimonial del club, Jordi Moix, se ha mostrado predispuesto a trabajar con el nuevo equipo que gobierne el consistorio de la capital catalana.
«El mensaje es que la apuesta del club de abrir las 20 hectáreas de sus instalaciones de cara a la ciudad cuenta con la aprobación y complicidad de todas las fuerzas políticas de la ciudad. No estamos preocupados, estamos con ganas de trabajar con el nuevo equipo de gobierno», ha explicado Moix.
En este sentido, el directivo ha admitido que en los últimos meses han mantenido contactos con miembros de ICV en el ayuntamiento barcelonés, partido que forma parte de la coalición de Barcelona en Comú, que lidera Colau.
«Explicamos la filosofía y la reacción fue positiva. En temas de urbanismo tienes que tejer complicidades y en un proyecto como éste es necesario mucho sentido común y predisposición de diálogo. Nosotros tejeremos un consenso», ha señalado.
El ‘Espai Barça’ tendrá un coste de 600 millones de euros, aunque la partida destinada al Camp Nou será cercana a los 360 millones, mientras que el resto servirá para construir un nuevo Palau Blaugrana, un Miniestadi -en Sant Joan Despí- y las obras de urbanización del entorno.
Éste último punto es el que el club azulgrana y el consistorio barcelonés deben discutir en los próximos meses para adecuar el proyecto arquitectónico a la trama urbana del barrio de Les Corts.
En la comparecencia, Moix ha detallado la situación en la que se encuentra dicho proyecto, y ha indicado que el Barcelona iniciará este verano un concurso para fijar el despacho de arquitectos que se encargará de liderar dicha obra.
Será un concurso a dos vueltas, con un jurado de nueve miembros para decidir la opción ganadora: cinco miembros del Barcelona, tres del Colegio de Arquitectos y uno del consistorio.
Podrán presentarse empresas de arquitectura de cualquier parte del mundo y el Barcelona hará una preselección de ocho candidatos que se dará a conocer entre agosto y septiembre.
Será entonces cuando los despachos de arquitectos tendrán tres meses para preparar una propuesta a la que está previsto que el jurado dé su veredicto a finales de 2015.
Una de las partidas más elevadas del proyecto será la referente a la cubierta del nuevo estadio que, según ha explicado Moix, representará un 15 % del coste total, una cifra cercana a los 50 millones de euros.
Por ello, el directivo ha explicado que en el último año el club ha explorado distintas vías para «tantear» la posibilidad de poner un apellido al futuro estadio, una partida que se prevé que aporte 200 millones de euros para financiar el proyecto.
Por último, el Barcelona ha explicado en detalle la propuesta ganadora del Miniestadi, proyectada por el despacho Batlle y Roig, que se empezará a construir en la Ciudad Dportiva de Sant Joan Despí a partir del próximo año.
Será un estadio con capacidad para 6.000 personas y costará cerca de 9 millones de euros, mientras que el coste de la construcción de las plazas de aparcamiento y la urbanización de la zona alcanzará los tres millones de euros.