El Sporting realizará una ampliación de capital por valor de 3,5 millones de euros según aprobó la Junta General de Accionistas celebrada este jueves, si bien los términos y condiciones de la misma saldrán de posteriores reuniones entre los actuales responsables del club y diversas asociaciones de aficionados.
El máximo accionista Jose Fernández ya adelantó que no concurriría a esta ampliación para que pudiese aumentar la participación del accionariado social y se rechazó la propuesta de la asociación «Tu fe nunca decaiga» para que fuese obligatorio comprar acciones a la hora de sacar el abono de la próxima temporada.
Esta asociación propuso que se aumentase en 30 euros el precio de los abonos durante las próximas cuatro temporadas y que ese dinero de más se tradujese en acciones con lo que completarse la totalidad de las acciones el máximo accionista pasaría de controlar el 75 por ciento a prácticamente la mitad.
El presidente de «Tu fe nunca decaiga» Diego del Valle está seguro de que una ampliación de capital al uso y no como la que ellos proponen está condenada al fracaso. Puso como ejemplo las mínimas recaudaciones logradas en anteriores ampliaciones y se achacó los sucesivos fracasos en «la total falta de confianza de la afición en el consejo de administración»
Sin embargo, el consejo duda de la legalidad de esta propuesta por el hecho de que conlleva a obligar a los abonados a ser accionista, aunque Del Valle aseguró que «no se trata de una cuestión de legalidad o no sino de voluntad de hacer cambios en la gestión del Sporting».
El consejo de administración del Sporting sacó adelante todos los puntos del orden del día ya que controlaba alrededor del 98 por ciento del capital social presente o representado en la Junta General, lo que no impidió que la oposición hiciese oír su malestar por la situación del club y por la actuación de sus dirigentes.
La asociación «Tu fe nunca decaiga» había anunciado que aprovecharía la Junta General Ordinaria para presentar al consejo de administración una serie de preguntas de carácter económico y así lo hizo hasta un total de 143, lo motivó que la Junta se prolongase durante casi seis horas.
Entre las preguntas estaba el sueldo del director general, demanda que había sido presentada en juntas anteriores sin encontrar respuesta lo que si sucedió en esta ocasión ya que el propio Alfredo García Amado desveló que su sueldo era de 6.000 euros al mes.
El propio García Amado aseguró que el Sporting no tenía ningún riesgo de descenso administrativo salvo «que no se pague a los jugadores al final de la temporada» y reconoció que en estos momentos el club «debe dos mensualidades a los jugadores y tres a los empleados».
A pesar de no estar en el orden del día, el director general aseguró que «el Real Decreto de venta de los derechos audiovisuales es un hito histórico en el mundo del fútbol y el dinero que ingresará el club, especialmente si se asciende, salvará las deudas con la Agencia Tributaria».
García Amado cifró en «aproximadamente 30 millones en Primera y algo más de 6 en Segunda» el dinero que por esta vía podría ingresar el Sporting cálculos sobre la base de que la venta de los derechos audiovisuales ascienda a mil millones.
El director general también desveló que «la actual plantilla del Sporting es la cuarta más cara de Segunda división» y considera que «si el grupo inversor británico que estudió la compra del paquete del accionista mayoritario no acabó comprándolo será algo de lo que se arrepentirá».
García Amado fue objeto de duras críticas por parte de buena parte de los intervinientes aunque también hubo accionistas que señalaron que el responsable de la situación no es el director general sino el máximo accionista.
El director general aseguró «ser el último en cobrar» ante la acusación de que cobraba puntualmente aunque el resto de empleados o jugadores se le debiese dinero y rechazó tener un contrato blindado «si me echan cobraré la indemnización que me corresponda», recalcó.