Las impactantes declaraciones de Messi en la emisora catalana ‘Rac 1’ en las que, desde Argentina, criticaba duramente al vicepresidente Javier Faus no son peccata minuta.
Lo más grave no son las críticas a Javier Faus, de quien dijo que «es una persona que no entiende de fútbol y quiere manejar el Barça como una empresa», sino cuando añadió: «el Barça no es una empresa, es uno de los mejores clubes de fútbol y debe ser representado por los mejores dirigentes». Un autentico misil en la línea de flotación de Sandro Rosell.
Messi reaccionó de esa forma tan inusual en él tras unas declaraciones del vicepresidente económico del lunes pasado, en las que dijo, en la misma emisora, que no entendía que Messi pudiera pedir otra renovación de su contrato.
Sandro Rosell intentó aplacar sin éxito el embrollo el jueves en la comida navideña con los medios de comunicación. “Messi es el mejor del mundo y debe cobrar como tal”, señaló el presidente del Barça, al tiempo que dejaba las puertas de su despacho abiertas para tratar su renovación.
Sin embargo, y aquí se ve la fisura en la directiva azulgrana, Faus rechazó esta posibilidad. “No veo motivo para mejorar el contrato a un señor al que ya se lo mejoramos hace seis meses”.
Por más que la directiva blaugrana intente quitarle hierro al asunto, no cabe duda de que el compañero de viaje de Rosell desde los tiempos en que ambos compartieron directiva con Laporta y juntos la abandonaron, tiene los días contados. Es obvio que Rosell no va a prescindir del astro argentino, criado y ensolerado en La Massía.
Lo que está claro es que de un tiempo a esta parte a Rosell le crecen los enanos. Por un lado, está el caso Neymar, del que se sustancia una querella, y el desconocido concepto por el que se pagó 40 millones; por otro, el lío de Messi con Hacienda; más recientemente, la acusación a la familia Messi y su entorno acerca de un presunto blanqueo de dinero de las bandas de droga colombianas en algunos partidos benéficos de la estrella. Y ya para rematar la faena, la Comisión Europea investiga al Barça, entre otros, por posibles ayudas fiscales encubiertas.
No cabe duda de que el enfado de Messi ha convulsionado al Barça. Rosell ha tomado nota de las palabras del vicepresidente cuando dijo que “mientras esté Sandro, hay posibilidad cero de venderle” [a Messi]. Fue el propio Faus, pues, quien se puso a sí mismo la guillotina.