El Real Zaragoza, que evitó el descenso administrativo y salvó la categoría (Segunda) casi sobre la campana, sigue sin resolver sus problemas financieros.
Cuando parecía que las aguas se habían calmado, el nuevo presidente, Christian Lapetra, advierte de que sin aplazamiento de Hacienda el club corre peligro de disolución.
Y es que la Agencia Tributaria sigue negándose a suscribir un convenio singular sobre el pago de la deuda de 28,5 millones de euros, 18,5 de los cuales vencieron el pasado día 5 de septiembre.
“Estamos muy inquietos con Hacienda. Si no se produce el aplazamiento en ocho o diez años de la deuda, el club puede entrar en causa de disolución. Lo digo así de claro. La directora general de recaudación nos está diciendo no por sistema”, explicó Lapetra.
ERE
Por otro laod, la comprometida situación económica que afronta el Real Zaragoza, junto a la necesidad de ordenar y reorganizar las distintas áreas de trabajo del Club han obligado al Consejo de Administración a poner en marcha un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a la práctica totalidad de las áreas de la entidad, salvo las parcelas deportivas del primer y el segundo equipo.
El expediente se ha dado a conocer en la tarde de este martes al Comité de Empresa y se inicia a partir de ahora un periodo de negociación para darle forma definitiva.
En el momento actual, la propia supervivencia del Real Zaragoza viene condicionada por la necesidad de afrontar una modernización en todos los ámbitos de la entidad. Ese proceso, imprescindible para garantizar la continuidad del Club, obliga a una reestructuración –como ya ha ocurrido en el ámbito deportivo- que dimensione la sociedad en función de su realidad y sus precisas necesidades, afirma el comunicado del club..
