Fernando Roig, presidente del Villarreal, comunicó hoy a Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes, que su club cerrará parte de su grada, en la zona donde se produjo el incidente de un aficionado con Dani Alves el pasado 27 de abril en el estadio de El Madrigal, y con ese gesto enviará un mensaje rotundo en contra del racismo y la xenofobia en el primer partido oficial de la próxima campaña.
El organismo dio cuenta en una nota que Roig confirmó que en la zona afectada se colocará una gran pancarta con el lema ‘No al racismo’ y de esta forma el Villarreal seguirá la metodología que emplea la UEFA en los últimos meses, que sanciona incidentes similares, clausurando espacios de los estadios en las gradas.
El presidente del Villarreal volvió a expresar a Cardenal que el primer interesado en resolver este conflicto es su propio club. “El Villarreal es desde siempre un club que transmite valores, que desarrolla, como todo el mundo sabe, una política de cantera ejemplar donde reúne a jóvenes de todas las nacionalidades y no vamos a permitir que este tipo de polémicas dañen a una entidad asentada y con crédito en el fútbol internacional”.
“Si en algún momento, insisto, lo que ocurrió en su día ha molestado a la sociedad, pido disculpas de nuevo en nombre del Villarreal”, subrayó el presidente, quien añadió además que, tanto Villarreal como la provincia de Castellón, es y será siempre un territorio donde se respeta la diversidad, la pluralidad y la igualdad.
Por su parte, Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, alabó el gesto de Fernando Roig y dijo que “con este cierre parcial que ofrece el propio club queda clara su actitud de colaboración y de cooperar con la sociedad en la búsqueda de soluciones que erradiquen el racismo y la xenofobia”.