Íñigo Méndez de Vigo, desde hoy nuevo ministro de Educación, Cultura y Deporte, cuenta con las carreras de caballos como una de sus mayores aficiones, si no la principal.
Propietario y criador de purasangres desde hace décadas, hasta el año pasado no se perdía una jornada de carreras en Madrid y el verano de San Sebastián si tu trabajo se lo permitía.
Méndez de Vigo logró además de uno de los mayores éxitos que se pueden disfrutar en el mundo del turf cuando ganó el Derby español en el hipódromo de La Zarzuela de Madrid con su caballo «Rilke», en junio de 2013.
Su entonces potro de tres años se clasificaría semanas después cuarto del Gran Premio de Madrid, en la siempre dura lucha contra sus mayores al máximo nivel. Problemas físicos le impidieron prodigarse ya mucho más en las pistas, pero tuvo tiempo de colgarse la plaza en el Villamejor (la maratón para los ejemplares de tres años) a finales de ese 2013.
«Rilke» era copropiedad de cinco amigos, entre ellos el que fuera presidente de la Asociación de Criadores, Manuel Delgado Sánchez-Arjona, y del propio Méndez de Vigo. Y ambos son los criadores de este caballo y del resto de ejemplares que compiten con la chaquetilla de la cuadra Claret.
Curiosamente, un potro muy prometedor que defendía sus colores, «Alaraz», ganó en la jornada de clausura de la temporada de otoño de Madrid, el pasado 30 de noviembre de 2014, que tras la batalla interna que hoy vive el mundo del turf se ha convertido en la última reunión disputada hasta la fecha en la capital de España. Desde entonces ha corrido dos veces en hipódromos franceses.
Esa fría tarde, Méndez de Vigo declaraba a la revista A Galopar: «No me creo que los estamentos de las carreras no sean capaces de llegar a un acuerdo y que no tengan en cuenta la terrible experiencia que supuso el correr del hipódromo de La Zarzuela en 1996. Hay que apelar a la buena voluntad y a la sensatez. Las personas inteligentes siempre llegan a acuerdos y más cuando se tiene un proyecto de carreras tan ilusionante como el que presente Hipódromo de La Zarzuela y las sociedades organizadoras».
Ya son más de seis los meses los que España lleva casi sin carreras, pues se han disputado dos pequeñas jornadas en Vilaseca (Tarragona) y Loredo (Cantabria).
La Federación de Hípica no quiere asumir las carreras de caballos y el anterior ente regular, la Sociedad de Fomento, no es reconocido por los principales hipódromos españoles.
Este domingo 28 se debería disputar el Gran Premio de Madrid en La Zarzuela y desde hace tres semanas los caballos tendrían que estar también galopando en la pista guipuzcoana de Lasarte.