El Consejo de Administración del Lugo tiene fecha de caducidad, el próximo 11 de mayo, después de que los consejeros políticos de la SAD impidieran que el equipo quedara en manos de un consejero delegado, por lo que se ha convocado una asamblea general extraordinaria en la que se elegirá una nueva dirección.
Los consejeros no políticos de la entidad y el presidente del club, José Bouso, han comparecido en una rueda de prensa en la que han asegurado que el resto del Consejo de Administración ha frustrado que se constituyera la figura de un consejero delegado hasta que concluyera el proceso de enajenación de acciones que pusieron en marcha la Diputación Provincial y el Ayuntamiento.
Los dos organismos, que tienen cinco miembros en el Consejo actual, han adjudicado sus acciones, que representan el 49% del capital social del club, al empresario lucense Tino Saqués, quien se impuso en la puja al luxemburgués Gerard López, al que apoyaban los consejeros no políticos.
Estos propusieron a los consejeros que representan a la Diputación y el Ayuntamiento «la elección de un consejero delegado con plenos poderes y facultades para gestionar el club hasta que el Consejo Superior de Deportes emitiese su veredicto y el nuevo propietario comprase las acciones».
La intención era que uno de los consejeros políticos, Mourelle Cillero, fuera el que quedara al frente del club, pero esa propuesta requería, explicaron, «la aprobación de dos tercios de los trece consejeros, nueve votos a favor» y se quedó en ocho.
«Fue rechazada de pleno por las instituciones, que no quisieron asumir las responsabilidades del nombramiento de un consejero delegado», advirtió el consejero Xosé Anxo Lage, quien criticó a las instituciones por «su falta de implicación e interés por el futuro del Lugo», algo que consideró «una irresponsabilidad».
Las instituciones propusieron la convocatoria de una junta general extraordinaria que se celebrará en el plazo legal establecido de quince días, «previsiblemente», el 11 de mayo a las 20 horas en primera convocatoria y a las 20.30 en segunda convocatoria.
«El actual consejo tiene fecha de caducidad, el de esa asamblea», señaló Lage, quien aseguró que «nadie» del actual «Consejo va a estar en el próximo» y dejó claro que no comparten «proyecto ni formas» con Tino Saqués, adjudicatario de las acciones de las instituciones.
«Nunca fue intención dejar al club en un vacío de poder. La responsabilidad a partir del 11 de mayo será de otras personas. Nosotros haremos el trabajo hasta ese día», indicó el consejero antes de afirmar que el club «goza de muy buena salud económica y deportiva».
El presidente del Consejo de Administración, José Bouso, que lleva casi once años al frente del club, deseó el «mejor futuro a los que vengan» y que el equipo «siga creciendo».
El dirigente repasó el «respeto, tolerancia, implicación y trabajo fueron» para él una «constante a la hora» de presidir al club y lamentó que el proyecto que se puso en marcha hace más de una década «estaba creciendo» y ha quedado cortado.
Además, reveló que con Saqués mantuvo dos reuniones, la última hace más de un mes, en la que el presidente le hizo una propuesta al empresario que «quedó aceptada».
«Él quedó en pasar un borrador esa tarde y no llegó. En esa propuesta teníamos cabida todos y era buena para el club. Era lo ideal y bonito», afirmó Bouso.
Por su parte, el director general del club, Carlos Mouriz, que también es consejero de la entidad, explicó que seguirá ocupando su puesto de trabajo aunque dejará de ser directivo, como el resto, el 11 de mayo.
