La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en su comparecencia de este viernes, posterior al Consejo de Ministros, hizo saber que el Gobierno daba por suficientes las explicaciones ofrecidas por el Consejo Superior de Deportes tras las reacciones producidas a la carta pro Barça que su presidente publicó el pasado martes en El País.
Sáenz de Santamaría no cuestionó en ningún momento a Cardenal en su cargo, pero advirtió -a todos, incluido Cardenal- que «una cosa es el deporte y otra cosa es el cumplimiento de las obligaciones de cada uno; y aquí somos todos iguales, con independencia de a lo que nos dediquemos».
Al ser interrogada de forma específica sobre si compartía la opinión del presidente del Consejo
Superior de Deportes de que el Barcelona está siendo «acosado» por la investigación judicial abierta en torno al fichaje de Neymar, la vicepresidenta no fue muy explícita. Se limitó a decir: «El propio secretario de Estado para el Deporte dio explicaciones de cuál es su posición y qué quería transmitir. Y yo quiero señalar que esas son las explicaciones que importan al Gobierno», dijo la vicepresidenta.
Y añadió: «El deporte y lo que es en sí el juego tienen que separarse de cuestiones empresariales; ahí todos iguales y en el deporte todos trabajando de la manera mejor posible».
De las palabras de la vicepresidenta cabe extraer dos conclusiones:
1.- Que respalda a Cardenal en el gesto de tender puentes, en este caso deportivos, entre Madrid y Cataluña.
2.- Que Miguel Cardenal deberá andarse con cuidado en el futuro, absteniéndiose de expresar cualquier opinión que ponga en cuestión la independencia de otros poderes del Estado y, en general, de cualesquiera otras autoridades y organismos.
En definitiva, una ratificación en su puesto a Cardenal, pero con un discreto toque de atención, que se notó especialmente en la frase: «Quiero señalar que esas son las explicaciones que importan al Gobierno»
Y nosotros nos atrevemos a asegurar: más que las que «le importan», son las explicaciones que Moncloa obligó a dar al CSD en la misma noche del fatídico martes.
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