El
consejo de ministros ha aprobado la remisión a las Cortes Generales del Proyecto
de Ley Orgánica por la que se modifica la Ley Orgánica de Protección de la Salud
y de Lucha contra el Dopaje en el Deporte, de 21 de noviembre de
2006.
En líneas generales,
esta reforma persigue adaptar la normativa al Código Mundial Antidopaje de la
AMA, el cual entró en vigor en 2009, garantizar nuestras opciones para la
organización de competiciones internacionales, estrechar y agilizar la
colaboración entre los órganos jurisdiccionales y administrativos y, por último,
consolidar y potenciar la Agencia Estatal Antidopaje, que queda configurada como
el organismo que liderará de forma integral la actuación de los organismos
anteriormente mencionados.
En cuanto a las
novedades incorporadas, cabe destacar la prohibición expresa de realizar
controles a deportistas entre las 11 de la noche y las 6 de la mañana, salvo
causas médicas que lo justifiquen. Así mismo, se flexibiliza el régimen de
localización de deportistas, estableciendo que sólo constituirá infracción
cuando el incumplimiento se realice tres veces en 18 meses. Actualmente el
simple incumplimiento de dicha norma acarrea sanción de tres
meses.
Por otra parte se
regula la suspensión provisional de la licencia federativa con el inicio del
procedimiento disciplinario consecuencia de un positivo y se amplía el plazo de
prescripción de las infracciones a 8 años.
En cuanto al futuro
de dicha reforma, todo apunta a que será tramitado en la próxima legislatura, ya
que sólo queda un pleno del Congreso en la presenta, previo a la disolución de
las cámaras. Pese a esta circunstancia, el apremio del ejecutivo en aprobar
dicho proyecto viene justificado porque la reforma es un requisito para la
candidatura de Madrid como ciudad olímpica para 2020. No debemos olvidar que
cuando la capital optaba a sede de los juegos de 2016, la comisión de evaluación
del COI informó sobre sus dudas acerca de la compatibilidad de la legislación
antidopaje española con el código de la AMA. Ello provocó que el gobierno
tramitara un real decreto desarrollando la ley antidopaje semanas previa a la
elección, maniobre que a la postre se reveló como infructuoso, ya que la ciudad
elegida finalmente fue Rio de Janeiro
