Para los inocentes que piensen que en el mundo de la Organización Deportiva está todo dicho, aquí tienen una oportunidad para seguir aprendiendo.
Hasta ahora teníamos entendido que el Comité Olímpico Español (COE), como la RFEF o la LFP, son organizaciones deportivas (asociaciones privadas) creadas al albur de la legislación española, sin perjuicio de su ulterior adscripción a organizaciones internacionales privadas.
Pues bien, según Alejandro Blanco, presidente del COE, este organismo no nace del derecho español, sino del derecho internacional privado, pues emana de otra entidad asociativa internacional, el Comité Olímpico Internacional.
En el intercambio de cartas habido entre el CSD y las diferentes organizaciones deportivas españolas afectadas por la Ley de Transparencia, el presidente del Comité Olímpico Español habría comunicado al CSD que no se considera obligado a cumplir la citada ley, al menos mientras no se lo autorice el Comité Olímpico Internacional.
Jesús Mínguez cuenta en AS que, en su carta, el COE comunicó al CSD que no tiene por qué hacer públicos los datos que exige la ley en cuestión, amparándose en que actúa bajo la tutela del Comité Olímpico Internacional, y que esto prevalece sobre la normativa española. Como bien dice Mínguez, el COE se situaría en un limbo donde “el deporte es soberano respecto del Gobierno”.
Pero no es éste el único episodio independentista protagonizado por Alejandro Blanco, sin que conste que actúe en base a un acuerdo adoptado por el órgano colegiado competente del COE para pronunciarse como lo está haciendo.
Recientemente, el mismo presidente del Comité Olímpico Español decía que el deporte español «está en un momento complicado» y que «nunca como hasta ahora en los últimos años ha habido más intervención», en alusión al Consejo Superior de Deportes (CSD).
Y ya para rematar la faena, el mes pasado abogaba por adecuar a la realidad actual el deporte español, en cuyas estructuras, opina, en muchos casos permanece un modelo que proviene de la época franquista y su adaptación propiciaría su adelgazamiento. Durante un desayuno organizado en Logroño por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Blanco pronunció una ponencia sobre la situación del deporte español, que pasa por un momento de «contradicción» entre los buenos resultados logrados por equipos y deportistas individuales y entre la bajada de la inversión pública y privada, que es «la menor de la historia», ha lamentado.
Como ejemplo ha puesto el Programa ADO, cuyas becas son «fundamentales» para el 97 por ciento de los deportistas y que contará con una dotación global entre 2012 y 2016 que es la mitad de la que tuvo para el periodo 2004-2008.
En esta misma línea ha defendido «un modelo de deporte diferente» ya que «el que hay ahora, en parte, viene de la época franquista» y en los últimos años «muchos países han cambiado el suyo» hacia uno en el que «el Gobierno legisla, hace una aportación y el deporte pasa a depender del Comité Olímpico al que se permite recaudar dinero», ha explicado.
Bajo estos postulados, es lógico (lo cual no es sinónimo de legal) que el presidente del COE no se sienta concernido por la Ley de Transparencia, pero conviene recordarle que dura lex, sed lex, y el COE es una entidad inscrita en un registro público español, constituida al amparo de la legislación española y con domicilio social en España.
Y lo cierto es que las disposiciones de la Ley de Transparencia son aplicables indefectiblemente, entre otras, a las entidades privadas que perciban durante el período de un año ayudas o subvenciones públicas en una cuantía superior a 100.000 euros o cuando al menos el 40 % del total de sus ingresos anuales tengan carácter de ayuda o subvención pública, siempre que alcancen como mínimo la cantidad de 5.000 euros.
Como recuerda Jesús Mínguez, el COE ha recibido en los últimos presupuestos del CSD, como subvenciones, 900.000 euros en 2013, y 600.000 en 2014. Existe y una previsión de 300.000 para el 2015.
El presupuesto anual del COE para el próximo curso será de 4,9 millones de euros.
Pero resulta que aún así, recibiendo el COE más de 100.000 euros anuales del erario, Alejandro Blanco ha declarado que no considera este dinero como subvención. “No está destinado a nuestras actividades, sino que compensa partidas que el propio COE adelanta para competiciones y que luego el CSD paga a año vencido”, ha manifestado al diario AS.
Miguel Cardenal debe estar subiéndose por las paredes.
