Este lunes 14 de abril es otro día clave en este interminable proceso que deberá conducir a la elección del presidente ejecutivo de la ACB. Para esta jornada está convocada la Comisión Delegada que hará la primera criba.
Casi seis meses con un vacío de poder impropio de una organización tan importante, con 18 clubes que forman una de las ligas de baloncesto más importantes después de la NBA.
Sin embargo, lejos de vislumbrarse la luz al final del túnel, lo que se adivina es una prolongación de la espera. La división sigue existiendo entre los clubes.
Algunos atribuyen al secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, un candidato (Francisco Roca), que cuenta con el consenso de los dos grandes, Real Madrid y Barcelona. Roca tiene en su haber su condición de ex dirigente de la NBA en Europa y de la Liga de Fútbol Profesional (LFP).
Los dos transatlánticos no se habían puesto de acuerdo con el nombramiento de Albert Soler, ex secretario de Estado de Deportes con José Luis Rodríguez Zapatero, propuesto por el Barcelona.
Aun así, el pacto de los dos grandes no ha resuelto del todo el asunto. Fuentes bien informadas afirman que existe un frente dentro de la liga que se opone al nombramiento del candidato oficialista, encabezado por José Antonio Querejeta, presidente del Caja Laboral, y que al parecer es secundado por el Bilbao, San Sebastián y el Fuenlabrada.
Sin embargo, estos cuatro clubes por sí solos tampoco pueden bloquear el nombramiento de Roca. Las normas fijadas por la institución permiten que con el voto favorable de 14 de los 18 clubes de la ACB se pueda aprobar el nombramiento (bastaría mayoría simple si el candidato es un presidente de un club de la ACB).
Por lo tanto, solo falta el apoyo de un club más para que Roca salga elegido.
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