El brasileño Jonathas de Jesús y el defensa Edu Albacar se han convertido en dos nuevos focos de conflicto para el Elche a pocas horas de que el equipo inicie los entrenamientos de pretemporada y el club conozca la resolución del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) para conocer en qué categoría milita la próxima temporada. Resolución que podría adoptarse este mismo lunes.
El brasileño, cuyo deseo es abandonar el club, no se presentó el viernes a las pruebas médicas y, además, ha comunicado a la entidad que no estará presente este lunes, por lo que desde el consejo de administración del Elche ya ha deslizado su intención de abrirle un expediente sancionador.
Además, el próximo miércoles club y futbolista deben verse en los juzgados tras la demanda presentada por el brasileño en la que solicitaba la rescisión de su contrato por impago y problemas en la tramitación de su permiso laboral en España.
El entorno del jugador ha ofrecido al Elche 1,5 millones de euros en dos ocasiones por la libertad del brasileño, al que le resta un año más de contrato. La intención del Elche es pagar dos millones de euros y quedarse con el 100% de los derechos del jugador, cuya cláusula de rescisión pasará a ser de 20 millones de euros.
Desde el club se entiende que la rebeldía del brasileño favorece los intereses del club, cuyo objetivo es lograr recaudar la mayor cantidad posible de dinero para, entre otras cosas, poder hacer frente a la deuda con los futbolistas, próxima a los siete millones de euros, y así evitar un nuevo descenso administrativo.
Jonathas de Jesús estaba citado a las pruebas médicas y no acudió, todo lo contrario de lo que ha sucedido con Edu Albacar, quien se presentó en las pruebas médicas a pesar de que nadie del club le convocó. El histórico capitán del equipo ilicitano entiende que está renovado por una temporada más por el anterior consejo, pero los actuales dirigentes no reconocen este vínculo.
Albacar, que además tiene firmado un contrato futuro como miembro del cuerpo técnico, se presentará este lunes a entrenar y el club no lo impedirá en deferencia a su brillante trayectoria en la entidad, pero ya ha anunciado a través de sus portavoces que la decisión de seguir contando con él dependerá del nuevo entrenador y, sobre todo, de la firma de nuevo contrato.
El lateral entiende que su contrato, firmado a espaldas del anterior cuerpo técnico, es legal por lo que se presentará a los entrenamientos. El club, sin embargo, argumenta que se trata de un pacto privado y asegura que no existe contrato federativo.
Además, los dirigentes consideran que la renovación de Albacar por esas cantidades llevaría al club, de nuevo, a superar el límite salarial marcado por la Liga.
Además de estos casos, David Lombán también ha mostrado su deseo de abandonar el club, si bien su solicitud de rescisión de contrato por impagos en los salarios no fue atendida por la comisión formada por miembros de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
Al igual que el defensa asturiano, otros futbolistas de la plantilla también han mostrado de forma privada su intención de abandonar la entidad en el caso de que se consume el descenso administrativo del Elche.
Seis jugadores tienen en su contrato la posibilidad de abandonar la entidad en el caso de que un club de superior categoría iguale su salario, por lo que si se consuma el descenso parece improbable que el Elche pueda mantener en su plantilla a sus futbolistas más importantes.
