La Asamblea General de la Federación Española de Fútbol (RFEF) acordó el 3 de marzo de 2008 convocar sus elecciones para el último trimestre de aquel año, enviando un órdago de incalculables consecuencias al Gobierno Español.
La Orden Ministerial sobre elecciones federativas le obligaba a convocarlas antes del 31 de marzo.
Angel Villar recordó entonces a los asistentes que «en FIFA están asociados miembros que regulan el fútbol en cada país y no países, y la federación es una asociación privada según la Ley del Deporte, a la que se delegan funciones públicas».
