El verano de los arrepentimientos

Este verano hemerotecas y redes sociales están creando más de un disgusto a futbolistas que insultaron tiempo atrás a los que ahora serán sus nuevos clubes, lo que ha llegado a frustrar un fichaje ya cerrado y, en todos los casos, obligado a pedir disculpas a las ofendidas aficiones.

Aunque estas polémicas son más habituales en el ámbito político, donde lo dicho en épocas pasadas suele acarrear problemas a sus autores una vez que ocupan un cargo, varios son los jugadores que se han arrepentido en las últimas semanas de los ataques y bromas de mal gusto vertidos sobre sus actuales equipos.

El caso más sonado lo protagonizó el mes pasado Julio Rey. El Deportivo había anunciado su fichaje para el filial hasta que salió a la luz un tuit escrito en 2012, cuando tenía 17 años, en el que profería insultos graves contra la entidad coruñesa.

La directiva desestimó el contrato tras analizar "los desafortunados comentarios" y entender que un jugador "merece vestir la camiseta blanquiazul si es un ejemplo de deportividad, respeto por los rivales, compromiso y sentimiento positivo hacia el Dépor, sus colores, su escudo y los valores que la institución representa".

El futbolista gallego tuvo que pedir perdón y asumir el "precio" que pagó por su exceso verbal. "Quizás no entendía la repercusión o lo que ello podría acarrear. Es hoy, tres años después, cuando veo las consecuencias y donde he pagado el precio más alto posible. Lo asumo", expuso Rey en un comunicado remitido a Efe.

Otro caso llamativo lo protagonizó el delantero Dani Güiza, que el día de su presentación como jugador del Cádiz tuvo que soportar a su llegada al estadio Ramón de Carranza algunos improperios de aficionados disconformes con su contratación, que le llegaron a desear la muerte.

Al jerezano no se le perdona que siempre se posicionase a favor del Xerez CD, donde comenzó su carrera, en la rivalidad provincial existente entre estos dos equipos, ni algunas declaraciones ofensivas con el conjunto de la capital gaditana.

Por ello, lo primero que hizo en su presentación fue "pedir perdón", reconocer que había dicho algunas "tonterías" a lo largo de su vida en contra del Cádiz y asegurar que ha "madurado" mucho desde que es profesional del fútbol.

Una historia similar es la del guardameta cántabro Mario Fernández, que comenzó este jueves su acto de presentación como nuevo jugador de Osasuna disculpándose con la afición por una frase "desafortunada" que pronunció hace dos años en el ascenso del Racing a la Liga Adelante en la que injuriaba al conjunto rojillo.

"Ni tengo ni he tenido nunca nada en contra de Osasuna y quiero dejarlo claro, para mí Osasuna siempre ha sido un club histórico y le quiero dar las gracias por la oportunidad y confianza que ha depositado en mí", subrayó entonces.

"Fue un momento de euforia, teníamos una broma con Mamadou Koné -un jugador del Racing que iba a incorporarse a Osasuna- y fue un fallo mío y me arrepiento", admitió Fernández, consciente del revuelo generado por su frase.

De otra índole fue el arrepentimiento del portugués Nuno Silva, que acudió a su presentación como nuevo futbolista del Real Jaén, equipo del Grupo IV de Segunda B, con una camiseta en la que aparecía la imagen de Francisco Franco vestido de militar.

La polémica generada en las redes sociales obligó al jugador a pedir disculpas. "Esta prenda -dijo- la adquirí en Portugal tiempo atrás y en ningún momento he sabido la repercusión que tiene este personaje para parte de la sociedad española (...) Desconocía completamente el significado de llevar esa camiseta en vuestro país".

El Real Jaén reaccionó rápido y convirtió al portugués en el protagonista de un anuncio que, bajo el nombre "la camiseta de Nuno", promocionaba la campaña de abonados y la equipación oficial del equipo andaluz. Además, la prenda que generó la polémica será subastada para recaudar fondos para una asociación de la provincia que atiende a niños con cáncer.