Gonzalo Jiménez Illana
La importancia que están cobrando las redes sociales en nuestras vidas es cada día mayor y los efectos e implicaciones derivados de nuestros actos en ellas, adquieren una dimensión cada vez más relevante. Recientemente hemos visto en diferentes instituciones públicas, como un mal uso de estas redes, creaban escándalos mayúsculos y acarreaban incluso dimisiones. En los últimos días hemos visto un caso que ha saltado a la palestra que considero muy ilustrativo para hacernos una idea de los efectos de esta nueva realidad social en el ámbito deportivo, el de Julio Rey y el Deportivo de la Coruña.
Julio Rey, no es un futbolista de una dilatada carrera profesional, no es un deportista con contratos millonarios, con patrocinadores globales y millones de seguidores, Julio Rey es un joven que esta empezando su carrera deportiva y al que un comentario en twitter de 2012, cuando tenia 17 años, le ha costado su fichaje por el Deportivo de la Coruña. Podríamos debatir sobre si la reacción del Club Gallego es exagerada o no. Era un chico joven y en esta vida no es, ni será el ultimo futbolista que critique a un club por el que acabará fichando. La realidad es que si dicho comentario lo hubiera hecho en un bar con sus amigos, nunca habría trascendido, pero lo que pasa en internet se queda en internet.
Este caso reciente nos obliga a pensar en la enorme importancia que tiene una correcta gestión de estos nuevos instrumentos sociales y la prioridad que deberían dar a una gestión profesional los futbolistas que verdaderamente si tienen una gran repercusión social en la red. Actualmente decir que un futbolista de primer nivel vive directamente de su trabajo de futbolista sería pecar de ingenuidad ya que de una forma más o menos directa, la influencia que tienen los patrocinadores y marcas en el desarrollo de este deporte es capital. Una vez sentada esta premisa parece lógico pensar que la imagen que proyectan al exterior afectará en gran medida a su forma de vida. Las posibilidades de “Engagment” que ofrecen a sus patrocinadores Cristiano Ronaldo o Lionel Messi a través de sus cuentas oficiales, son sin duda un reclamo importantísimo a la hora de valorar su rentabilidad.
Si bien en casos como los de Julio Rey, uno solo puede abogar por responsabilidad y precaución a la hora de hacer estas publicaciones, cuesta entender que deportistas ya situados en la elite profesional no profesionalicen dicha gestión. Cuando hablo de profesionalizarlo no hablo necesariamente de que una agencia de comunicación escriba sus tweets o publicaciones, ya que esto restaría autenticidad y veracidad a la cuenta y sería contraproducente, pero si un asesoramiento profesional para evitar casos como el de Rafa Nadal lamentando la muerte de Mandela antes de que falleciese, a Iker Casillas o a David Ferrer anunciando un Samsung desde un Iphone, o incluso la “simpática” felicitación de Sergio Ramos a las chicas de Waterpolo con un “diferido” de más de 3 semanas.
Ya son muchos los deportistas que se han decidido por esta gestión profesionalizada con empresas como la Norteamericana multinacional McCann, empresa responsable de las comunicaciones del propio Nadal (entendemos que posteriormente al caso citado) así como de los hermanos Gasol o Alberto Contador. Cristiano Ronaldo por su parte tiene cedida dicha gestión a Polaris Sport, (perteneciente al imperio Gestifute de Jorge Mendes). También existen empresas con origen español como Above Sport Associates entre otras, que gestionan dichas comunicaciones a través de un equipo de profesionales que se ocupan de cada detalle de su comunicación 2.0.
Estas agencias de comunicación, operan como “jefes de prensa” dentro del mundo online, asesoran a los deportistas sobre los temas en que deben centrarse y publicar y que temáticas deben tratar como tabú para evitar conflictos importantes. Los Community Manager de estas estrellas tratan estas cuentas como si de marcas se tratasen, y si bien generalmente no escriben el mensaje en sí, actúan de guía para que todos los mensajes lanzados este alineados con los valores que el deportista quiere trasmitir.
Cristiano Ronaldo; 36,9 millones de seguidores en twitter y más de 160 millones entre sus diferentes redes sociales, Kaka 23,3 millones de seguidores en twitter, Neymar 19,2 millones. Los números de followers de las celebrities no han pasado desapercibidos para los grandes patrocinadores que luchan entre ellos para que los rostros más influyentes hablen de sus productos a través de sus perfiles oficiales.
La asociación de deportistas a las marcas, es sinónimo de repercusión y rentabilidad, seis posts en el Facebook de Cristiano Ronaldo con el lema “Don’t Crack Under Pressure” de la marca de relojes Tag Heuer durante dos días, generó más de 360.000 euros 35 millones de visitas y 2,5 millones de ‘Me gusta’.
Si bien estas cifras son practicamente inalcanzables para la mayoría, una gestión profesional de las comunicaciones online de los deportistas puede ayudar además de a evitar deslices como los de S. Ramos o problemas laborales como los de Julio Rey, a generar importantes ingresos gracias a la publicidad.
Gonzalo Jiménez Illana
Partner | Director Comunicaciones Above Sport Associates
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