Jueves, 24 de Abril de 2025

Actualizada Miércoles, 23 de Abril de 2025 a las 21:37:18 horas

Una discriminación no sólo en el campo, sino también en los medios

Igualdad: la gran meta

Laura Herrera, Alba Marrero, Patricia Rivero y Karina Sánchez

En los primeros juegos olímpicos de la historia, en el año 776 a.C, las mujeres no podían participar como meras espectadoras y mucho menos como deportistas.

 

Tres mil años después, las mujeres sí pueden ser público de cualquier competición deportiva pero participar y hacerlo en igualdad de condiciones a los individuos masculinos tiene aún sus pegas.

 

Gala León es criticada por entrenar al equipo de tenis masculino de la Copa Davis. Lucy May, árbitra inglesa de alto nivel, fue enviada a la cocina tras pedirle al directivo de la Federación de fútbol de Northumberland dirigir un encuentro. Según el diccionario de la Real Academia Española se dice árbitra. Maria Sharapova cobra un 50% menos que Roger Federer: ambos practican el mismo deporte. Los equipajes para hombres y mujeres en el mismo deporte son diferentes: las mujeres tienen que  cuidar la estética, mientras que los hombres, la comodidad. Los medios de comunicación no transmiten información sobre mujeres deportistas porque la de los hombres, en especial futbolistas, vende más.

 

Las dificultades del sexo femenino para acceder de la misma manera que los hombres a los deportes se han reducido desde que la mujer está en lucha por sus derechos. A pesar de ello, las desigualdades continúan siendo abismales. La mujer está limitada a los deportes que llaman la atención de la manera más artística sensualmente; las que superen los límites serán “lesbianas”. Esto es un problema que les afecta en todos los ámbitos que configuran la sociedad, y por una sola razón: ser una mujer.  


Susan B. Anthony, feminista estadounidense, maldijo una vez: “Los hombres, sus derechos y nada más; las mujeres, sus derechos y nada menos”. La desigualdad de sexos construye una sociedad en la que la mujer deportista es invisible ante ella. Los medios la omiten, no celebran sus logros y silencian a los referentes femeninos de las nuevas generaciones. El deporte y sus altavoces aplauden o se visten de negro acorde a los éxitos o fracasos del deporte masculino.

 

El 14 de septiembre de 2014 el diario deportivo SPORT titulaba así una de sus informaciones: “El 2014, el ‘annus horribilis’ del deporte español”. No era cierto. El panorama deportivo en España, en ese año, se dotó de innumerables éxitos gracias al papel de las mujeres en los pabellones, piscinas o tatamis. España se convirtió en subcampeona del mundo en baloncesto, obtuvo diez medallas en competiciones europeas y mundiales de natación además de proclamarse campeona de Europa en waterpolo y taekwondo, entre otros. Logros conseguidos por el ficticio “sexo débil”.

 

La politóloga y socióloga perteneciente al Instituto Universitario Sobre Estudios de la Mujer (IUEM) de la Universidad de La Laguna, Esther Torrado, afirma que “hay referentes deportivos, pero se invisibilizan. El referente que tienen las niñas y mujeres, en este momento, es el de todas aquellas mujeres feministas que, a lo largo de la historia, han denunciado las condiciones de desigualdad entre hombres y mujeres”. Torrado entiende que si se aspira a conseguir una igualdad de género, no debe entenderse ésta como algo exclusivamente formal garantizado por la ley, sino algo que sea real. “Los medios, al igual que la educación y todas las instituciones y organizaciones sociales, son reproductoras de la ideología dominante. Si nuestra sociedad es patriarcal y machista, los medios de comunicación lo reflejarán”, señala.

 

El Consejo Superior de Deportes, perteneciente al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de España, dedica una de las ocho pestañas de su página web al apartado “Mujer y deporte” ¿Por qué existe un apartado para  “mujer y deporte” y no uno para “hombre y deporte”? El Director General del Consejo Superior de Deportes en Canarias, Ramón Miranda Adán, asegura que España es un país con 30 años de democracia y que las mujeres “han ganado terreno en un espacio de tiempo muy corto”. Sin embargo, el reflejo de esta pestaña podría interpretarse como una búsqueda de igualdad desde la propia desigualdad de géneros. El deporte es deporte tanto para hombres como mujeres: antes de que comience el partido, las reglas deben ser las mismas. Cuando hablamos del deporte, hablamos de técnica, resistencia o esfuerzo. Sin embargo, olvidamos que tras los profesionales deportivos, se encuentran una serie de normativas vigentes para que también éste funcione como es debido.

 

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