Jesús García García
Ahora que finaliza la temporada y comienza el baile de nombres de jugadores, es cuando parece oportuno que muchos clubes deban replantearse la estructura de sus canteras y la forma de trabajar con las mismas.
La cantera de un club de fútbol es una fuente inagotable de recursos tanto deportivos como económicos. En este último punto entra en juego el llamado “mecanismo de solidaridad” que viene reconocido en el Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores de la FIFA.
Al hablar de mecanismo de solidaridad, hacemos referencia a la indemnización que debe abonar el club que adquiere un jugador al club o clubes que han educado, preparado y formado al jugador en cuestión. La cantidad que el club adquiriente debe abonar es el 5% del total de lo pagado para poder adquirir los derechos federativos del jugador y la misma se reparte proporcionalmente en función del número de años que el jugador ha estado inscrito en cada club durante las temporadas comprendidas entre la edad de 12 y 23 años. Situación importante e imprescindible es que el jugador debe de ser transferido durante la vigencia de su contrato de trabajo, ya que en caso de que el jugador no se encuentre ligado contractualmente a un club, el mecanismo de solidaridad no se activa ya que el nuevo club no tiene obligación de abonar cantidad alguna. En este último caso, hablamos de transferencia sin acuerdo que se origina de la negociación entre el jugador libre o sin contrato y el nuevo club.
Consideramos que la cantera debe ser el epicentro deportivo de todo club, pero también es cierto que una plantilla hoy en día no puede estar formada exclusivamente por “jugadores de la casa”… el fútbol ha evolucionado hasta tal punto de que en muchos casos priman más las cuestiones de marketing que las meramente deportivas.
¿Desde cuándo no vemos aparecer a un Messi, Casillas o Fernando Torres, por citar algunos?
La respuesta es sencilla y obvia, mucho mas del tiempo deseable, y esto es así porque cada vez tienen menos oportunidades los jóvenes futbolistas que llevan muchas temporadas jugando en las categorías inferiores de los clubes, y que son aquellos que sienten el escudo como el que más, que conocen los valores, la tradición del club y que se dejarían el alma en cada segundo que jugasen.
Ahora imaginemos por un momento que un determinado club modifica el reparto de sus inversiones, de manera que en lo referido a su cantera contara con una mayor capacidad económica. ¿Cuáles podrían algunos de sus efectos económicos?
En mi opinión, aquel club que potencie su cantera tendrá una mayor rentabilidad económica a medio/largo plazo, entendiendo por potenciar en invertir en los mejores ojeadores, en los mejores técnicos y en mejores infraestructuras
Es posible que la mayoría de los canteranos no lleguen a jugar para el primer equipo y tengan que buscarse sus futuros profesionales en otros clubes, siendo en este preciso momento, en el que los jugadores formados por el club se marchan, cuando cobra protagonismo el mecanismo de solidaridad, de manera que el club recibirá la indemnización correspondiente por cada transferencia que esté involucrado el jugador entre asociaciones diferentes, pues recordamos que el mecanismo de solidaridad únicamente funciona para transferencias internacionales.
El mecanismo de solidaridad opera un tanto en la sombra, muchos aficionados desconocen los beneficios que pueden repercutir en el club gracias a la formación de jugadores. Esta figura se hace fundamental para aquellos clubes humildes, clubes prácticamente desconocidos y clubes de barrio, que formaron a un jugador que posteriormente se convertiría en futbolista profesional o en una estrella mundial.
A modo de ejemplo, un jugador formado en el Cádiz entre los 12 y los 21 años, al cumplir esta última edad lo adquiere el Córdoba y cuando cumple 25 años el Córdoba C.F. recibe sendas ofertas del Manchester United y del Sevilla, ambas por valor de 40 millones de euros. ¿A que club convendría al Cádiz que se vendiera?
Lógicamente al Manchester United, ya que al Cádiz le correspondería el 4% de esos 40 millones de euros, es decir, 1.6 millones de euros. Como se ha mencionando anteriormente, es fundamental que la transferencia sea a título oneroso.
De esa forma comprobamos que aunque el citado jugador lleva 4 años desvinculado de la entidad cadista, esto no le impide a ésta obtener una importante rentabilidad económica a posteriori. Ante esta situación, cabe preguntarse:
¿Por qué una gran cantidad de clubes no explotan sus respectivas canteras al cien por cien? ¿Beneficiaría al club una mayor inversión en los escalafones inferiores?
Son cuestiones como siempre para reflexionar, y de las que sin duda obtendremos nuevas respuestas si ahora también consideramos el citado "mecanismo de solidaridad", como nueva fuente de ingresos de un club. Sobre el papel, al igual que en la pizarra del entrenador, todo es muy sencillo... pero en el fútbol, como todos ustedes saben, mandan los resultados del primer equipo...y quizás conviene invertir en un jugador contrastado cuyo rendimiento se vea reflejado a corto plazo, que invertir dicha cantidad en la cantera cuyo retorno tendría lugar a medio o largo plazo.
Jesús García García
Jesus | Domingo, 24 de Mayo de 2015 a las 20:14:18 horas
Muchas gracias Victoria!
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