Injusticia con el Atlético

No hay peor cosa que la terquedad para defender una manera de actuar ilógica. Hemos acudido desde hace años a dos tristes argumentos: “el fútbol es así” y “el error es humano”. Dos frases con sujeto, verbo y predicado que en sí mismas no contienen más que la resignación. O sea, la aceptación de un mal como inevitable.

Así actúa la FIFA con las decisiones de los árbitros que, por error, significan una injusticia. Mejor: así impone la FIFA su inmovilismo permanente con un asunto que pide ayuda a gritos. No es de recibo acudir a lo que tuvimos que tragarnos el sábado pasado en el Vicente Calderón. Dos graves errores de un auxiliar, inepto ese día, condujeron el partido a una injusticia. Lo de menos es el nombre del equipo perjudicado con dos goles anulados.

Lo indignante es que, en un mundo tan profesional, con tanto dinero en juego, hoy todavía no se haya resuelto usar la ayuda de la tecnología. El sábado, la realización de la televisión ofreció las repeticiones de las jugadas controvertidas en dos minutos. ¿A qué viene someter a los árbitros al escarnio público y a los equipos a la derrota? No sé, tal vez haya intereses que se me escapan. Pero no me pidan que compre esa otra frase que un antiguo dirigente soltó en alguna de esas reuniones de grandes hoteles y mejores comidas. “Así se discute al día siguiente. ¿Qué sería del fútbol sin la discusión?”.

Seguramente el dirigente se quedó ancho cuando largó la frase para la historia. Abordemos en serio este asunto ya. Cada día que pasa es muy tarde. Y muy injusto. El sábado le tocó al Atlético. Mañana será otro equipo. Y siempre al fútbol y los espectadores.

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NOTA DEL AUTOR.- Publicado en el diario Marca del 5.05.15.