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Eusebio, un hombre de club devorado por los resultados

EFE/Víctor Martí EFE/Víctor Martí Lunes, 09 de Febrero de 2015

Víctor Martí

A pesar de que el Barcelona B está concebido como un equipo formativo, los resultados han condenado a Eusebio Sacristán como entrenador del filial azulgrana, que ha puesto punto y final a tres años y medio notables estadísticamente hasta esta temporada, en la que su equipo suma 26 puntos de 72 posibles.

 

"Si el Barça B baja a Segunda B, no sería un drama", dijo en noviembre de 2013 el actual vicepresidente deportivo, Jordi Mestre, cuando era máximo responsable del filial.

 

Unos meses después de estas palabras parece que para la junta directiva del club azulgrana quizá sí supondría un problema el eventual descenso del filial, extremo que reconocía hace unas semanas el presidente, Josep María Bartomeu: "Preferimos que se mantenga en la Segunda División".

 

Tras una primera vuelta muy irregular (10 derrotas, 6 victorias y 5 empates), la paciencia de los dirigentes del Barcelona con el vallisoletano se ha agotado hoy, cuatro semanas después de la destitución de Andoni Zubizarreta como director deportivo del club, su principal valedor en el puesto.

 

Incorporado en verano de 2011 en sustitución del actual entrenador del primer equipo, Luis Enrique Martínez, Eusebio abandona el Barça B más joven del último lustro con el equipo coqueteando con las posiciones de descenso, tras haber sumado quince puntos de los últimos 48 posibles.

 

Hombre de club, discreto y educado, la etapa del técnico de La Seca no se recordará por sus dotes de liderazgo, si bien siempre destacó por aceptar, sin casi rechistar, los múltiples cambios que, temporada tras temporada, se producían en la plantilla.

 

Bajo sus órdenes han pasado jugadores como Rafinha Alcántara, Sergi Roberto, Marc Bartra o Gerard Deulofeu, jóvenes talentos con un futuro prometedor que, casualmente, aun no han acabado de asentarse como titulares indiscutibles del primer equipo.

 

Jugadores de una calidad incuestionable que ayudaron a que el Barcelona B no pasara apuros en la división de plata, si bien su progresión en el filial parecía, a menudo, algo limitada.

 

Una tendencia acentuada por el bloqueo del llamado ascensor que conduce al primer equipo, cuya sala de máquinas parece algo oxidada desde el adiós de Pep Guardiola.

 

Y es que como ya pasó con su antecesor, por momentos pareció que en el filial -concebido como una plataforma para que las jóvenes promesas den el salto definitivo al fútbol de alto nivel- primaran los resultados, dejando en un segundo plano la evolución técnica y táctica de las perlas de 'La Masia'.

 

Hasta la presente temporada, las cifras estadísticas de Eusebio fueron destacadas. En su primer curso, colocó al equipo en una cómoda octava posición, dejando el descenso a doce puntos, los mismos a los que quedaron las plazas para disputar el 'playoff' de ascenso.

 

En la 2012-13, mantuvo la misma línea y terminó en la novena posición, sumando 57 puntos -dos menos que en la anterior-, en un año en el que sobresalió el extremo Gerard Deulofeu, máximo goleador del equipo con 18 dianas.

 

El año pasado fue el mejor en cuanto a resultados. Con una plantilla formada por jugadores con experiencia como Carles Planas, Ilie Sánchez y Sergi Gómez, unido a jóvenes perlas como Adama Traoré, Denis Suárez y Sergi Samper, entre otros, el 'B' conquistó una meritoria tercera posición, a tan solo cinco puntos de los 71 que logró Luis Enrique en el curso 2010-2011, récord histórico en la Segunda División del filial azulgrana.

 

Tras un curso excelente, la base del equipo se partió en dos y los Gómez, Sánchez, Bedia, Planas y Suárez dejaron el club. A ello se sumó la ausencia de Munir El Haddadi, una de las apuesta de Luis Enrique para el primer equipo en el primer tramo de temporada.

 

En su lugar llegaron jóvenes como Cámara, Bicho, Gumbau, Diagné y Halilovic, incorporaciones que no han acabado de convencer en este primer tramo de temporada, a pesar de las altísimas expectativas depositadas con el centrocampista croata.

 

Con la defensa como talón de Aquiles -el Barça B es el conjunto más goleado de la categoría con 43 goles junto al Albacete y el Sabadell-, sus jugadores han ido perdiendo, pinchazo tras pinchazo, la confianza, entrando así en una dinámica autodestructiva.

 

A la desesperada, Eusebio, poco partidario de dar grandes titulares en las ruedas de prensa, envío un ultimátum a sus pupilos tras la derrota hace unas semanas ante el Mirandés: "El que esté pensando en únicamente en este equipo como un escaparate, mejor que salga ya".

 

De poco sirvió ese 'SOS'. Una semana después, su equipo caía en Pucela por 7 goles a 0. En este inicio de 2015, los catalanes siguen sin levantar cabeza y lo que es peor, las sensaciones de bloqueo táctico han aumentado, hasta el punto que hombres importantes como Adama y Samper han sido suplentes en los últimos partidos.

 

Hace unas semanas ya lo pronosticó el presidente, Josep Maria Bartomeu, cuando se le preguntó por la situación del técnico: "Eusebio, como todos los entrenadores, está sujeto a los resultados". Su profecía, finalmente, se cumplió.

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