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Ya es un hecho. La Ley 3/2015, de 5 de marzo, de Caza de Castilla-La Mancha ha sido publicada en el Diario Oficial de hoy tras una accidentada tramitación en las Cortes regionales, durante la cual, el Grupo parlamentario socialista llegó a presentar una enmienda a la totalidad.
La nueva Ley, que viene a sustituir a la Ley 2/1993, de 15 de julio, ha sido objeto de crítica por parte de grupos ecologistas que han manifestado su oposición por, a su juicio, responder a los intereses de la caza comercial, imponer limitaciones al acceso al medio natural para otras actividades productivas o de ocio y no ayudar a conservar los recursos cinegéticos.
Por su parte, el Consejo de Gobierno ha asegurado que se trata de una normativa que favorece y facilita la caza a los aficionados de los pueblos, a la vez que garantiza la conservación de la naturaleza y la mejora genética y sanitaria de las especies cinegéticas. Además, afirma que regula la actividad cinegética de una forma ordenada, sostenible y respetuosa con el medio ambiente y simplifica y agiliza los trámites administrativos.
Sobre la nueva Ley, la Federación de Caza de Castilla-La Mancha ha manifestado que, en líneas generales, se siente satisfecha, destacando la simplicidad administrativa que supone, valorando positivamente la creación de la figura denominada Zona de Caza Colectiva y desmintiendo que vaya a producir una caza indiscriminada de animales domésticos, como han declarado varios grupos ecologistas, ya que la nueva Ley lo que hará es controlar las especies de animales domésticos que tengan el carácter de asilvestradas por el grave perjuicio que suponen a personas y fauna silvestre.
La caza en Castilla-La Mancha supone un importante sector en el que existen algo más de siete millones de hectáreas acotadas y unos 150.000 cazadores, estimando un volumen de negocios aproximado a los 600 millones de euros anuales.
