El pasado 29 de octubre en rueda de prensa, el director general del Cacereño, Herminio Menéndez, anunciaba una reorganización en el banquillo del club como consecuencia de los negativos resultados deportivos.
Lo hacía acompañado de Aitor Bidaurrazaga y Ángel Marcos. Se suponía que desde esa fecha, el técnico vasco, hasta ese momento primer entrenador, pasaría a ocupar el puesto de segundo de Marcos, que volvía por enésima vez a dirigir el banquillo del equipo verde.
Sin embargo, como adelantaban ayer nuestros compañeros de “El periódico de Extremadura”, el Cacereño se ha encontrado con la negativa por parte de la Federación Española de Fútbol (RFEF) a tramitar la licencia de Marcos como primer técnico. Esta decisión se basaría en que Aitor no podría pasar de ocupar licencia de primer entrenador a hacerlo de segundo. Como apunte, en el partido disputado este pasado fin de semana contra el Jaén, el árbitro reflejó en acta a Bidaurrazaga como primer entrenador
Lo cierto es que Aitor Bidaurrazaga sigue teniendo contrato de trabajo en vigor como entrenador con el Cacereño y mientras este se encuentre vigente y no sea extinguido por alguna de las partes, tiene que ocupar esa categoría y desempeñar las funciones correspondientes a la misma. Lo contrario, sería una modificación sustancial de las condiciones de trabajo dudosamente amparable en las causas organizativas a las que se refiere el artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores, teniendo en cuenta además que dicha decisión empresarial iría en menoscabo de la dignidad como profesional del técnico vasco. Los únicos casos en que Ángel Marcos podría ejercer como primer entrenador con la correspondiente licencia serían en los supuestos de que Bidaurrazaga decidiera dimitir (hecho este imposible) o bien si fuera despedido, siempre y cuando el club extremeño le abonara además de la correspondiente indemnización por despido, el resto de mensualidades adeudadas (véase el artículo 163.1 del Reglamento General de la RFEF). Por ello, teniendo en cuenta las trabas administrativas y laborales y la difícil situación económica por la que atraviesa el club, lo normal sería que Bidaurrazaga continuara “formalmente” hasta final de temporada como primer entrenador, ejerciendo Ángel Marcos como ayudante, aunque en la práctica suceda lo contrario.