La Fiscalía de EEUU, que comenzó a investigar el caso FIFA en 2013, con las declaraciones tomadas a Chuck Blaze a propósito de determinados sobornos, cuenta en estos momento testimonios que acreditarían estas prácticas desde el año 2004.
La BBC lo explica con detalle:
El 25 de noviembre de 2013, el ahora desacreditado funcionario de la FIFA Chuck Blazer, se presentó ante un tribunal en Nueva York y se declaró culpable de 10 cargos en su contra.
Los documentos judiciales, que fueron hechos públicos este pasado miércoles, muestran que Blazer admitió haber recibido sobornos de licitadores para los Mundiales de 1998 y 2010.
Su declaración de culpabilidad condujo al establecimiento de un extenso caso de corrupción vinculado al organismo rector del fútbol y a la presentación de cargos contra 14 personas, incluidos funcionarios de la organización y ejecutivos deportivos.
Blazer había sido desde 1997 hasta ese año miembro del comité ejecutivo de la FIFA. Antes se había desempeñado como el segundo funcionario más alto de la CONCACAF, la confederación de asociaciones de fútbol de América del Norte, Central y el Caribe.
Los cargos en su contra en 2013, presentados en documentos sellados, se relacionaban a eventos que involucraban «un intercambio de pagos ilícitos para un propósito u otro», en una organización -la FIFA- que el tribunal identificó entonces como una empresa RICO.
«RICO es un acrónimo de Racketeering Influenced Corrupt Organization (Organización Corrupta Influenciada por Asociación Delictiva)» dice la transcripción del tribunal.
En 2013 Blazer se convirtió en el principal testigo de la investigación de EE.UU. sobre corrupción. Posteriormente se detallan los 10 cargos contra Blazer y su admisión de culpabilidad en cada uno de ellos, los cuales formaron parte de un acuerdo con la fiscalía para disminución de su sentencia.
El acusado también declaró: «Comenzando en o alrededor de 2004 y siguiendo hasta fines de 2011, yo y otros en el comité ejecutivo de la FIFA acordamos aceptar sobornos en colaboración para la elección de Sudáfrica como nación anfitriona del Mundial del 2010» declaró el exfuncionario de la FIFA.
Agregó que «él y otros acordaron aceptar sobornos y pagos ‘por debajo de la mesa’ en colaboración para la transmisión y otros derechos» de varios torneos de la Copa de Oro de la Concacaf en 1996, 1998, 2000, 2002 y 2003.
El miércoles sin embargo, Sudáfrica negó haber pagado un soborno de US$10 millones para asegurar la organizacion del evento en 2010.
La admisión de Blazer de los 10 cargos en su contra, detallados en el documento judicial de 40 páginas, incluyen también evasión fiscal en Estados Unidos, lavado de dinero, fraude electrónico y conspiración para asociación delictiva.
Así, el exfuncionario de la FIFA, que enfrentaba entonces una sentencia de hasta 20 años en la cárcel, se convirtió en el principal testigo de la investigación, indicaron autoridades judiciales.
Cuando los agentes federales que investigaban la evasión fiscal detuvieron a Blazer, se informó que éste acordó cooperar con las investigaciones.
Parte de ese acuerdo de cooperación incluyó la grabación secreta de conversaciones en la organización.
Aliado
Uno de los aliados más cercanos de Chuck Blazer en la FIFA fue Jack Warner, el expresidente de la Concacaf que también ha sido inculpado por las autoridades de EE.UU.
Warner fue detenido en su nativo Trinidad y Tobago y es requerido por las autoridades estadounidenses. El miércoles amenazó con divulgar «una avalancha» de secretos.
Jack Warner amenazó con revelar «una avalancha» de secretos. Según documentos judiciales hay, al menos, otros dos testigos que están cooperando con la investigación en Estados Unidos. Se trata de los hijos de Warner, Daryan y Daryll, quienes también eran funcionarios de la FIFA.
Los hermanos se declararon culpables secretamente en 2013 cuando intentaban depositar más de US$600.000 en cuentas bancarias de EE.UU. para evitar la detección de los fondos.
Entonces llegaron a un acuerdo para cooperar con las autoridades, según detallan los documentos judiciales dados a conocer la semana pasada.
Darryl Warner, quien era funcionario de desarrollo de la FIFA, se declaró culpable el 15 de julio de 2013 de dos cargos de fraude electrónico y organización de transacciones financieras.
Y Daryan Warner se declaró culpable el 25 de octubre de 2013 de tres cargos de conspiración de fraude electrónico, conspiración de lavado de dinero y organización de transacciones financieras.
Órdenes de arresto
Ahora es probable que sigan dándose a conocer detalles de la forma como se llevaron a cabo las licitaciones dentro de la organización rectora del fútbol.
Seis ejecutivos de la FIFA fueron arrestados en Zurich la semana pasada.
Aparte del caso que se está procesando en Estados Unidos, las autoridades suizas lanzaron su propia investigación criminal sobre los procesos de las licitaciones para los Mundiales de 2018 y 2022 en Rusia y Qatar.
Además, el miércoles, la Organización Internacional de Policía Criminal (INTERPOL) emitió alertas de seis personas buscadas internacionalmente.
Las alertas son para el trinitario Jack Warner; el paraguayo y exmiembro del comité ejecutivo de la FIFA, Nicolás Leoz; los argentinos Alejandro Burzaco, que controla una empresa de promoción deportiva basada en Argentina, y Hugo y Mariano Jinkis, dueños de una empresa de promoción deportiva; y el brasileño José Marguilies, dueño de empresas de comunicación y difusión.
Las fotografías de los seis individuos que aparecen en el sitio web de Interpol indican que son buscados «por cargos que incluyen asociación delictiva, conspiración y corrupción».
FE DE ERRATAS: En el titular original de este artículo se consignó el año 1996 como periodo desde el cual se disponen pruebas de sobornos, cuando lo correcto, y así se desprendía del texto, es 2004. Existen indicios de estas prácticas realizadas desde 1996, pero las pruebas acumuladas hasta el momento llegan a 2004.
