[Img #9948]José Sepulcre, expresidente del Elche, aseguró este miércoles que abandona el club ilicitano «con un sabor «agridulce» tras haber permanecido nueve años en el cargo.

 

«Por una parte se logró el sueño de todo el mundo, el ascenso a Primera y la permanencia, pero por otro lado me hubiera gustado que la situación económica no hubiera sido tan comprometida», admitió el ya exdirigente ilicitano.

 

«Han sido nueve años en este club, defendiéndolo en situaciones muy difíciles. He defendido al Elche lo mejor que he podido y me ha costado mucho sacrificio personal y patrimonial», explicó Sepulcre.

 

El expresidente reconoció «errores» durante estos nueve años, pero también «muchos aciertos» y recordó como uno de sus principales legados, más allá de la situación deportiva, las «grandes instalaciones» con las que cuenta hoy en día el club ilicitano.

 

Sepulcre deseó «suerte» a los nuevos dirigentes para que puedan sacar adelante su proyecto de viabilidad económica y pidió a la masa social del Elche «que siga apoyando al club», ya que en su opinión la entidad no puede sostenerse «en una sola persona».

 

El que fuera presidente del último ascenso a Primera dijo que siempre estará «a disposición del Elche» y admitió sentirse «liberado» tras haber abandonado el cargo después de haber sufrido una enorme presión durante los últimos meses por parte de la sociedad ilicitana.

 

«Me voy con mal sabor de boca porque no me gustó que la gente me insultara durante la reunión de la Fundación», agregó Sepulcre, si bien señaló que estas personas «no representan a la afición», a la que agradeció su apoyo durante todo su mandato.

 

José Sepulcre, que volvió a pedir disculpas por sus errores, agradeció a todos «los consejeros y deportistas» su trabajo durante estos años para llevar al Elche a Primera. El ex dirigente fue despedido con una sonora ovación por los accionistas del Elche en el que fue su último acto institucional.

Por IUSPORT

Si continúa navegando acepta nuestra polìtica de cookies    Más información
Privacidad